_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Divorcio y malos tratos

QUE LOS malos tratos sean causa suficiente para pedir el divorcio, según proponen el PP e IU en sendas iniciativas legislativas de reforma del Código Civil, resulta una obviedad. Como ya lo es la genérica conducta vejatoria o la manifiesta agresión contra la vida de uno de los cónyuges. Pero si de lo que se trata es de resolver cuanto antes una situación conflictiva y llena de riesgos en el seno de la pareja, la propuesta no sirve para nada. El cónyuge maltratado tendrá que esperar a que la justicia se pronuncie y demostrar que el maltrato existe para que el divorcio se produzca y la situación de riesgo desaparezca. El proceso de divorcio por malos tratos será al menos tan lento-por la demora judicial y la complejidad probatoria- como el planteado por otras causas. No les falta razón, pues, al PSOE y a Nueva Izquierda para rechazar esa reforma por inservible, aunque no estaría que mal presentaran alguna alternativa.La propuesta del PP e IU debería servir de punto de partida para una reforma en profundidad de la ley de divorcio de 1981, que introdujo un cambio radical respecto del derecho de familia vigente en el franquismo, pero que 18 años después ha quedado obsoleta en sus aspectos más casuísticos. En estos años se ha hecho evidente la necesidad de dar mayor relevancia a la voluntad de ruptura de los cónyuges, para evitar en lo posible que litiguen entre sí, y de acortar los plazos y las comparecencias judiciales si se ven abocados a litigar. No tiene sentido que, como sucede ahora, el divorcio suponga en muchos casos la repetición ante el juez, con los costes económicos y personales que ello supone, del previo proceso de separación. Y también habría que reformar, a la luz de la experiencia, el capítulo de los efectos personales y patrimoniales de la separación y divorcio: custodia de los hijos y pensiones económicas. Un proceso de divorcio más respetuoso con la voluntad de los cónyuges y menos litigioso que el actual sí podría ser una solución efectiva cuando, además, se producen situaciones de violencia doméstica. Si el PP e IU quieren apoyar a los cónyuges maltratados deben plantear una reforma en profundidad de una ley que se ha quedado vieja.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_