Un baile de fiducias y de fechas
Cuando José Ramón Rigal declaró por vez primera sobre la presencia de Mario Conde, con un 8% ó 10%, en la sociedad Valyser, el ex banquero dijo a los medios de comunicación que el testimonio le beneficiaba porque se veía claramente que él no era el propietario de Euman-Valyser, como se le acusa.Ayer, Juan Sánchez-Calero no pareció opinar lo mismo que su cliente. Y se aplicó con paciencia a jaquear las afirmaciones de Rigal.
Logró introducir cierta confusión en las fechas respecto a declaraciones anteriores de Rigal y le señaló que, sabiendo lo que sabía, quizá debería haberlo declarado antes del año 1997, al testificar en instrucción.
Hubo un gran lío de fechas. Rigal ratificó su versión.
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