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"Granota" hasta en el delito

Los seguidores de un club histórico y tan respetable como el Levante U D son minoría en Valencia. Los acusados que se presentan ante el tribunal encargado de juzgarles enfundados en la camiseta de su equipo favorito son los menos. Y los aficionados del conjunto granota que se hacen pasar por el vicepresidente del enemigo acérrimo -en este caso, el ValenciaCF- para viajar gratis son, más que extraños, rarísimos. Todas esas condiciones confluyen en Juan Ángel González, un hincha del Levante que ayer fue juzgado en la Audiencia de Valencia como supuesto responsable de un delito continuado de estafa. Según el fiscal, el procesado, de 29 años, suplantó al actual presidente del club de Mestalla, Pedro Cortés (vicepresidente cuando sucedieron los hechos y testigo en la vista) para disfrutar de un cómodo desplazamiento en autobús hasta Madrid. Nunca pagó el viaje, valorado en 80.000 pesetas. Una anécdota más entre las múltiples peripecias de González, un personaje popular entre todos los estamentos del club blaugrana, directiva y jugadores incluidos. El acusado, para quien la acusación pública solicita un año y ocho meses de prisión, ha protagonizado múltiples historias, a cual más rocambolesca, que han quedado en el imaginario del Levante. Ramón Victoria, ex presidente del club levantinista, recuerda varias de ellas. Las amenazas proferidas contra los colegiados encargados de arbitrar los partidos del Levante en el Nou Estadi o los desperfectos causados a sus vehículos, aun importantes, son menores. Eso sí, el ex directivo de la entidad nunca olvidará su estupefacción cuando llegó a un campo murciano en el que González, tras hacerse pasar por directivo de la entidad, ocupaba un lugar preferente en el palco. Antes, había disfrutado de una pantagruélica comida, y no menos abundante bebida, con los responsables del club local. Victoria, a riesgo de quedarse fuera del estadio, tuvo que deshacer el entuerto. Pero no sólo los directivos han sufrido las excentridades de González, que, según su abogado, quien ayer pidió su absolución, sufre una sociopatía que justifica algunos de los desmanes que le han llevado hasta prisión. Dos exjugadores del club, José Luis y Benito, fueron denunciados por el acusado por vender droga. El juzgado archivó la querella. Un periodista de la cadena Cope anunció, después de hablar con el aficionado granota, que el Lleida, futuro rival del Levante, había intentado sobornar al árbitro del partido, y otra empresa radiofónica de ámbito nacional entrevistó al susodicho en uno de sus programas de deportes: González se había hecho pasar por futurólogo del fútbol, condición que, según cuenta Victoria, también le permitió disfrutar de las comodidades del palco del Vicente Calderón. "Ha conseguido lo que nadie ha hecho antes, engañar al mismísimo Jesús Gil y Gil", cuenta el presidente blaugrana. El balompié, y más concretamente el Levante, son el eje de la vida del procesado. Por desgracia para algunos, por fortuna para otros muchos, González, lleva más de un año sin cometer travesuras, desmanes o actos delictivos. Encarcelado por la comisión de varias infracciones, El Trullo, sobrenombre con el que se le conoce en algunos ámbitos del levantinismo, ya no puede invitar a champán a unos desconocidos que le resultan simpáticos, tal como hizo en un restaurante, de lujo, ubicado en el Puerto de Valencia. En aquella ocasión, obviamente, nadie pagó la cuenta. Juan Ángel González, que llegó a intervenir en Tómbola tras hacerse pasar por el torero Rafi Camino, dijo ser representante de jugadores de fútbol y amigo del presidente de su club favorito, Pedro Villarroel.

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