EL CHÓFER SCHRÖDER

El canciller alemán Gerhard Schröder perdió en un juego televisado que se transmite cada sábado con una audiencia de millones de personas y tuvo que hacer de chófer de una señora mayor. Invitado a la emisión Wetten, das..., equivalente al ¿Qué apostamos? español, Schröder apostó a favor de dos candidatos que no fueron capaces de hacer girar una jarra de cerveza con un neumático como habían pretendido. El canciller tuvo que conducir a su casa a la espectadora de la sala de más edad, Josefine Bischoff, de 78 años. El improvisado chófer permitió generosamente que la hija y la nieta de la agraciada subieran también al coche, un Audi llevado para la ocasión al plató. Cuando salió el coche, la señora sugirió que se fueran todos a tomar algo, y terminaron en una pizzería de Munster, según ha informado la prensa con fotos y detalle del menú. "El señor Schröder es realmente un hombre simpático, me dedicó mucho tiempo", declaró la casi octogenaria al diario popular Bild. Más pérfido, el diario conservador Welt contó los pormenores de la preparación, entre la televisión y los consejeros de la Cancillería, de esta delicada operación de comunicación, que comprendió desde la elección de los espectadores a la de la apuesta.- ,