Alojamientos rurales del interior de Alicante crean una marca para promocionarse
Lo que a finales del año pasado era una mera declaración de intenciones y algunos experimentos de los más osados, se convirtió durante este fin de semana en una figura jurídica con copyright. Un total de 19 casas rurales de la treintena que operan en las comarcas del interior de Alicante se presentaron en la feria Introturística, que se clausuró ayer en el puerto de la capital, como Asociación de Alojamientos de Interior de la Montaña, con una marca propia que pretenden que les identifique como proveedores de calidad en turismo de interior: Montaña de Alicante.
Con la iniciativa, hosteleros de L"Alcoià, El Comtat, L"Alacantí y las dos Marinas pretenden que sus negocios adquieran un mayor peso específico dentro de la oferta turística de la Comunidad Valenciana. Y ello pasa por hacer oír sus necesidades y capacidades en la Agència Valenciana de Turisme para que ésta muestre una mayor sensibilidad, tanto monetaria como promocional, hacia el turismo de interior. Y es que una de las principales trabas que encuentran estas casas rurales para su desarrollo es su desconocimiento entre su público potencial. "Hay ferias en las que nos hemos encontrado con gente que no sabía que Alicante tiene montaña", asegura Sergio Castelló, presidente de la asociación y dueño de Casa Pinet, en Alfafara. El proyecto de asociación surgió de la insistencia del Centro de Desarrollo Rural de Aitana, convencido de que las iniciativas que promovía cada casa a título personal no conducían a ningún sitio. A partir de ahora, todas las casas estarán catalogadas en un mismo folleto que se ha podido recoger en la caseta que la asociación instaló en Introturística, feria itinerante dedicada al turismo de interior valenciano. La unión facilita también la elaboración de proyectos conjuntos entre dos o más asociados, con el trazado de rutas por la montaña que unan los alojamientos. Son paquetes de fin de semana que ofrecen dormir una noche en cada casa, realizar senderismo entre ambas y degustar las respectivas gastronomías. Es lo que instauraron en noviembre El Repòs del Viatger, en Callosa d"En Sarrià, y Casa Pilar, en Castell de Castells. Los dos unieron fuerzas para recuperar el camino por el que los carteros del siglo XVIII llevaban la correspondencia entre las dos poblaciones, en una ruta que dura un fin de semana. Las casas rurales son hospedajes que defienden que pasar el fin de semana en el campo no implica incomodidad ni falta de servicios. Suelen ser casonas en el centro de los pueblos o masías en medio del monte, restauradas con respeto a la arquitectura tradicional de su entorno. Su atractivo es también gastronómico, puesto que ofrecen en su menú platos ancestrales que, en ocasiones, ni siquiera se cocinan ya habitualmente en los fogones de los lugareños. Los alojamientos que componen la asociación comprenden viviendas que se alquilan completas, casas que los huéspedes comparten con sus propietarios y pequeños hoteles de montaña. "Mucha gente nos acusa de ser caros, pero creemos que, simplemente, ponemos un precio acorde a nuestra calidad", sostiene Sergio Castelló. Estos hosteleros rurales deben también lidiar con la competencia desleal que plantean las casas que, sin licencia para alojar personas, alquilan sus habitaciones durante los fines de semana, a precios más asequibles. Esperan que la asociación también les ayude a tener más fuerza para luchar contra este fenómeno, por la vía de la denuncia a la Generalitat. Introturística comenzó el pasado viernes y se clausuró ayer. El certamen en el que Montaña de Alicante se presentó en sociedad ha celebrado este año su décima edición y en él han participado 98 municipios, agrupados en 53 casetas. La feria tiene carácter itinerante y este año visitará también Castellón, Valencia y Benidorm. 405.000 personas han visitado Introturística desde su nacimiento en 1989.
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