_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Taifas

En los últimos días ha adquirido relevancia la que va a ser futura ley andaluza de Cajas de Ahorro y con la que se pretende poner la primera piedra para solucionar una de las principales dificultades de nuestra economía. La atomización de la estructura financiera autóctona andaluza, que aún hoy consta de seis Cajas de Ahorro y ocho Cajas Rurales, hace de nuestra tierra una de las zonas de España más vulnerables a la colonización financiera y nos impide la realización de una efectiva política financiera en apoyo del desarrollo andaluz. En realidad, el entramado financiero andaluz presenta un panorama de división y descoordinación similar al de los reinos de taifas con los que se encontraron los conquistadores castellanos. En total, 14 instituciones financieras, localizadas territorialmente, cada una con una dirección que hace el negocio financiero por su cuenta. Márgenes financieros muy reducidos y en algún caso negativo, mercados perdidos por la excesiva concentración de operaciones en el mercado interbancario y en el mercado de divisas, estructuras de personal sobredimensionadas, inversiones especulativas en actividades impropias como son las inmobiliarias, etcétera, y mientras tanto Caja Madrid y la Caixa, por poner los ejemplos más importantes, inmersas en un proceso de expansión en nuestra tierra, que nos aleja cada vez más de la posibilidad de controlar el empleo de nuestro ahorro. La necesidad de corregir esta situación ha llevado al Gobierno andaluz a intentar introducir una cierta racionalidad en el sistema, empezando por las Cajas de Ahorro y a la espera de que en el futuro se afronte el problema de las secciones de crédito cooperativo y por extensión de las Cajas Rurales. Eso sí, con la negativa de algunos que siguen pensando que lo mejor son los reinos de taifas porque ello minimiza el poder del sector público andaluz en el mercado financiero y facilita la movilidad del ahorro hacia otros territorios y de otros que pretenden acceder al control de alguna de sus partes por la vía del reparto local de la tarta. Esperemos que la lógica económica se impongan a la lógica política, y religiosa en algún caso, y en breve plazo se consiga la caja única andaluza.LUIS ÁNGEL HIERRO

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_