Calentando motores

Las elecciones autonómicas no están convocadas todavía. No sabemos si se van a anticipar o no. Pero tengo al impresión de que todo el mundo da por sentado que se van a adelantar. De ahí que los partidos hayan empezado a calentar los motores por si acaso. Buena prueba de ello ha sido la actividad política de los dos grandes partidos en este fin de semana. El PSOE ha celebrado un gran mitin regional en Sevilla y el PP ha reunido a la Junta Directiva regional con la finalidad de llenar el vacío dejado por Javier Arenas en la presidencia del partido y empezar a despejar la incógnita de quién será su candidato/a a la Presidencia de la Junta de Andalucía. El próximo 28-F muy probablemente se dará el pistoletazo de salida de la campaña. Lo normal en estos momentos es que se acentúen las diferencias entre los partidos que compiten y que el lenguaje que se utilice gane en agresividad. La forma en que se ha presentado el fraude electoral en una mesa de Jaén en las primarias socialistas por los medios de comunicación "oficiales y oficiosos", apunta a que se va a ir en esta dirección. No estoy nada convencido de que esa línea vaya a ser positiva para el partido que la emprenda. Distinguir los ecos de las voces es una de la primeras cosas que aprenden los ciudadanos en un sistema político democrático en cuanto éste ha dado sus primeros pasos. Y en todas las direcciones. Ni lo que dice el Gobierno o los dirigentes del partido mayoritario puede ser aceptado sin más. Pero tampoco lo que afirman los partidos de la oposición. Los ciudadanos se van formando su opinión, poniendo sordina a todo lo que oyen o leen y acaban emitiendo un juicio que casi siempre sorprende por su enorme equilibrio. Creo que todos los partidos deberían darse cuenta de que la percepción que tienen los ciudadanos de la realidad andaluza tiene poco que ver con la descripción que ellos hacen de dicha realidad. Buena prueba de ello es que, mientras tanto el PSOE como el PP están empeñados en hacer creer al cuerpo electoral que el enfrentamiento que viene produciéndose a lo largo de la presente legislatura entre el Gobierno de la nación y la Junta de Andalucía es responsabilidad del primero o de la segunda, los estudios de opinión indican que los ciudadanos responsabilizan en su inmensa mayoría a ambas instancias por igual (más del 50%), aunque también responsabilizan en mayor medida al Gobierno de la nación que a la Junta de Andalucía (26% frente al 12%). No creo que la persistencia del clima de enfrentamiento vaya a beneficiar a los partidos que lo protagonicen. Tal vez el PP ha empezado a tomar nota de ello. De ahí el cambio en el tono de las declaraciones de Manuel Pimentel este fin de semana en Sevilla, en las que ha sustituido el tono áspero de Javier Arenas y el de las suyas de estos días pasados por otro más conciliador. El PSOE debería no pasarlo por alto.JAVIER PÉREZ ROYO