La CAM aprueba un plan de expansión que aleja la posible fusión con Bancaixa

El consejo de administración de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), aprobó ayer el plan de expansión de la entidad, un proyecto que aleja la posibilidad de formalizar a medio plazo una fusión con Bancaixa, toda vez que el proyecto prevé la apertura de 23 nuevas oficinas, 17 de ellas en su zona tradicional, que incluye las provincias de Murcia, Alicante y Valencia. Las otras seis se repartirán entre Madrid, Cataluña y Baleares, comunidades en las que el Grupo CAM ya dispone de una sólida presencia tras la adquisición de los bancos Sanpaolo y Abbey National. El plan de expansión, elaborado hace meses, no sufrió variaciones con respecto al proyecto que se incluyó en el orden del día de ayer, confeccionado a principios de mes. El comunicado oficial difundido anoche tras la reunión de los consejeros, no hace mención a las discrepancias entre partidarios y detractores de la simbiosis con Bancaja. A la reunión asistió el principal defensor de la fusión, el vicepresidente segundo, Antonio Gil Terrón, por ahora el único integrante del consejo posicionado con claridad públicamente, a través de una entrevista publicada por EL PAÍS el pasado domingo. Esas declaraciones han abierto un debate en torno a la posible alianza entre las dos cajas valencianas, en el que ayer se vio forzado a participar el presidente de la Generalitat. "Creo que no existen dos bandos" en el consejo de administración de la CAM, dijo ayer en Alicante Eduardo Zaplana, quien ve "normal y sensato" que en cualquier empresa haya distintos criterios que se debaten cuando se habla de planes de expansión o estrategias. El dirigente autonómico aseguró que no tiene conocimiento de una operación de fusión entre la CAM y Bancaja. "Alguna información tendría yo" si esa operación existiera en estos momentos, dijo. A su juicio, hay que hacer una reflexión profunda y respetar la libertad de los órganos de gobierno de ambas entidades, en función de sus propios intereses. "Ni me opongo ni me dejo de oponer", recalcó sobre la hipotética fusión. El consejo aprobó, por otra parte, su presupuesto de obra social, cifrado en 3.800 millones de pesetas, 500 millones más que el año anterior. La conservación del medio ambiente seguirá centrando la mayoría de actividades de la obra. Importes extraordinarios se han asignado a los proyectos de adecuación y reforma del centro educativo del medio ambiente de L"Albufera de Valencia y a la puesta en marcha de un centro de investigación ambiental en colaboración con la Universidad Miguel Hernández de Elche. En otro apartado formuló las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 1998, que se someterán a la próxima asamblea. El volumen de negocio total supera los 3,74 billones de pesetas. El consejo aprobó también el lanzamiento de un programa de papel comercial a corto plazo por importe de 100.000 millones, destinado a diversificar las fuentes de financiación de la entidad.