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Los populares reprueban en Cortes una moción de censura en Peñíscola que no se ha producido

El PP, sin el respaldo de ningún otro grupo parlamentario, logró ayer que las Cortes Valencianas manifestasen su rechazo a una moción de censura en el Ayuntamiento de Peñíscola que, aunque anunciada desde hace meses, todavía no se ha producido. El portavoz popular, Fernando Castelló, rechazó dos enmiendas de la oposición -una de EU que pedía que la resolución rechazase cualquier tipo de actuación política municipal basada en los tránsfugas y otra del PSPV que condenaba el posible trato de favor a la tránsfuga que dio la alcaldía de Benidorm a Zaplana-.

La propuesta de resolución presentada por el PP señala: "Las Cortes Valencianas manifiestan su rechazo al incumplimiento que el PSOE ha hecho del acuerdo sobre un codigo de conducta política en relación con el transfuguismo en las corporaciones locales, en lo referente a la actuación de dos concejales de esa formación política en el Ayuntamiento de Peñíscola". La iniciativa fue aprobada con los 38 votos del PP, 32 votos en contra de socialistas y Nova Esquerra y las 10 abstenciones de EU-EV, Unión Valenciana y el diputado de Iniciativa de Progreso. El tono del debate, menos intenso que el registrado el pasado miércoles, no fue utilizado por el PP para mejorar su argumentación sobre el transfuguismo. Más bien al contrario, ya que Fernando Castelló tuvo que reconocer que no habían sido "muy afortunadas" las declaraciones de diversos cargos de su partido en las que habían asegurado que si se produce finalmente la moción de censura para desalojar al alcalde popular de Peñíscola no habrá inversiones de la Generalitat. El diputado de Esquerra Unida-Els Verds Pasqual Mollà acusó al PP de haber previsto la promoción de distintos tránsfugas [en referencia a la ex regionalista Ramón-Llin] y de apoyar las propuestas del diputado tránsfuga Rafael Ferraro de Iniciativa de Progreso. En su turno de réplica, Castelló acusó a Mollà de presentar una enmienda para hacerle el trabajo sucio al PSPV y prepararse el camino para ingresar en las filas socialistas. Una afirmación que Mollà calificó de "patética", y añadió que las Cortes debían hacer una consideración sobre el transfuguismo en los ayuntamientos "para todos y no para instrumentalizar políticamente la cuestión". Por su parte, el socialista Leandro Picher acusó a los populares de querer forzar un debate sobre un hecho local que todavía no se ha producido y que ataca a la autonomía municipal. Los socialistas, pese a ver rechazada su enmienda, advirtieron que no descartan pedir una comisión de investigación para indagar el posible trato de favor dado por el PP desde las instituciones a la tránsfuga Maruja Sánchez que facilitó la alcaldía a Eduardo Zaplana. Castelló acusó a los socialistas de mentirosos y manifestó: "El único partido que tiene gente en el banquillo y en la cárcel es el suyo". Momento que aprovechó el socialista Ernest Fenollosa para mostrar un folio con el nombre del alcalde popular de Vall d"Uixó, Vicent Aparici. Por otra parte, el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, terció ayer en el debate desde Alicante. Zaplana dejó bien claro que su partido no apoyaría una propuesta encaminada a cambiar la legislación para posibilitar que los cargos públicos electos puedan acogerse al subsidio de desempleo una vez finalizada su carrera política, como reclamó el miércoles el vicesecretario general del PSPV, Antonio Mira-Perceval. "Es un debate estéril", señaló el dirigente popular. "Yo prefiero trabajar por una situación económica donde el acceso al empleo sea fácil, y donde no hagamos de la política un medio de vida", dijo Zaplana. "Hoy hay muchas más posibilidades de empleo que hace tres años y medio", añadió. "Todo el mundo capacitado tendrá facilidad para acceder a un puesto de trabajo, y no creo que los problemas internos de una formación política se puedan resolver con el subsidio de desempleo", concluyó en clara referencia a las fugas que se han registrado en las filas socialistas de las Cortes. Visiblemente irritado por el resurgir del caso Maruja, Zaplana recordó que su cargo de presidente de la Generalitat es legítimo. "No tengo la culpa de haber sacado cerca de un millón y medio de votos en las últimas elecciones", apuntó, "y si les molestó, como les molestó mucho, les pido disculpas, pero no puedo hacer más".

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