La Liga contra el Cáncer rechazó la auditoría de gestión que propuso Rius

La junta de la Liga contra el Cáncer de Tarragona no aceptó la propuesta del consejero de Sanidad de la Generalitat, Eduard Rius, de realizar una auditoría de gestión porque lo consideró una intromisión en los asuntos de la entidad. En un comunicado, la asociación admite que el 50% del presupuesto del pasado año se destinó al pago de las nóminas, entre ellas la del gerente, quien percibió 5 millones de pesetas en seis meses.

El comunicado público de la Liga contra el Cáncer ocupa 18 folios, contradice alguna de las acusaciones de malversación de caudales que investiga la fiscalía e intenta argumentar otras, como el elevado presupuesto en gastos corrientes y de personal. El director de la liga, Carlos Carcolé, reconoció que en una reunión mantenida con Eduard Rius se comprometió a nombrar a una persona para realizar una auditoría de gestión de la entidad. Sin embargo, cuando lo expuso a la junta directiva, la mayoría de sus miembros se opuso por considerar la propuesta una intromisión y porque la firma de auditores Faura-Casas ya estaba realizando un dictamen, "lo que daba entrada a una nueva figura fiscalizadora de la situación". La delegación en Tarragona de esta empresa de auditorías es Frisach-Mor, que a la vez lleva la contabilidad de la liga. Los directivos de la entidad tuvieron, en su comparecencia ante la prensa, duros calificativos para los ex miembros que denunciaron las irregularidades, a los que tildaron de "miserias humanas" y de "personas indignas, por pretender cargarse una entidad como la liga". Asimismo, se mostraron convencidos de que la investigación que lleva a cabo la fiscalía de la Audiencia acabará por archivarse y que, en cambio, prosperará su denuncia por injurias contra el tesorero y contra el vicepresidente. Toda la junta mostró su voluntad de permanecer en sus cargos aunque exista una investigación formal.