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El pescador del Sardinero

Los viejos aficionados del Racing ven en Munitis a Paco Gento

Los viejos aficionados del Racing ven en Munitis a Paco Gento. Una prolongación de sus correrías, a velocidad de crucero, por la banda izquierda de El Sardinero. Acaso se trata de una ilusión óptica producida por la nostalgia, pero son muchos los ojos que ven jugar al canterano Munitis con un desparpajo y un aire que recuerda a Gento, aunque su rapidez no es tan supersónica como la de la Galerna del Cantábrico. Pero el pequeño Munitis, 167 centímetros, 24 años, nacido en el barrio pesquero de Santander, no quiere ni oír hablar de galernas, porque su padre, marinero en un barco de bajura, no puede salir a pescar el pan de cada día cuando se desata en el mar una borrasca de esa naturaleza.Sin embargo, Munitis parece ligado, a pesar del fulgurante ascenso de su figura de futbolista -el Juventus sigue atentamente sus pasos-, a la vida y milagros del barrio de los marineros de Santander. Nacido y criado junto a las redes de pesca, vistió casi al mismo tiempo la blusa de niños marinera y la camisola de su primer equipo benjamín, de nombre, por cierto, bien marinero, el Sotileza, igual que la novela de Pereda que narra la epopeya de los pescadores del mar Cantábrico.

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Con seis años, el marinerito de Santander se proclama campeón de Cantabria con el Soti, pero, claro, tiene a su lado a Iván de la Peña, nacido también en el barrio pesquero. Dos años después, el Racing se fija en aquel niño vivaracho que iba a entrenarse de la mano de su abuela, la señora Antonia, la mujer que cuidaba del pequeño cuando el padre estaba en el mar y la madre trabajaba, "Sólo deseo salud para mi abuela, que está un poco fastidiada, y que Dios la deje muchos años conmigo", declaró Munitis en la última navidad.

Hasta los 14 años, Iván de la Peña y Munitis eran dos vidas paralelas que bogaban por la misma calle. Ambos recalan en la Escuela Municipal de Fútbol de Santander, a las órdenes del ex jugador del Racing Laureano Ruiz, que llegó a ser entrenador del Barça. El azar hizo que coincidieran en la misma aula Iván de la Peña, Iván Helguera, Ismael y Munitis, cuatro internacionales.

Munitis es objeto de numerosas faltas con tarjeta, y si no que se lo pregunten a Sanchis, Hierro y el gemelo Frank de Boer, expulsado en el último Barça-Racing (empate a dos goles) porque ya no sabía qué hacer para frenarle.

Munitis sabe que Nando Yosu, el defenestrado entrenador del Racing, es el culpable de buena parte de su suerte. Yosu apostó por la cantera, ahí están Ceballos, Neru, Ismael, Geli y el mismo Munitis, todos ellos jugadores cántabros. Su cláusula de rescisión de contrato, cifrada en 1.200 millones, va a ser revisada inmediatamente. El Juventus y otros grandes del fútbol internacional esperan que Munitis, el marinerito en tierra, pueda caer un día en sus redes.

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