Del general interés al interés general
En noviembre de 1979, sin cumplir aún un año la Constitución de diciembre de 1978, el entonces ministro de Cultura, Manuel Clavero Arévalo, de Unión de Centro Democrático (UCD), firmaba un decreto ordenando que se televisara en directo el partido entre el Sporting de Gijón (en aquel momento líder de Primera) y el Real Madrid (que iba segundo).En aquellas fechas, según ha recordado el diario asturiano La Nueva España, todos los clubes mantenían una postura de fuerza ante TVE (la única televisión existente), para que no se televisaran partidos los domingos, por el perjuicio que causaban a los demás partidos de la jornada.
Arias Salgado
Para aquel ordeno y mando, Clavero tuvo que echar mano de un decreto que veinte años antes, en pleno franquismo, había firmado Gabriel Arias-Salgado, entonces ministro de Información y Turismo y que fue durante décadas el máximo responsable del aparato de propaganda oficial del régimen dictatorial.
El primer artículo de aquel decreto del 4 de junio de 1959 es buena demostración de por dónde iban las cosas en aquellos años: "Las Federacionaes Nacionales y Entidades integradas en la Delegación Nacional de Deportes de Falange Española Tradicionalista y de las JONS..."
Pero es en su artículo segundo donde el hoy "interés general" tan ardientemente defendido por el vicepresidente Francisco Alvarez-Cascos y por el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, hijo de aquel ministro de Franco, tiene su antecedente, si bien con las palabras cambiadas: "general interés". Decía aquel decreto: "Televisión Española podrá retransmitir las competiciones que tengan carácter internacional y las conceptuadas como nacionales que, a su juicio, despierten general interés y merezcan la difusión televisada".
Indemnizaciones
Eso sí, los redactores del decreto mostraban una consideración hacia los empresarios, clubes o federaciones que salieran perjudicados. El artículo 3 del decreto disponía: "Televisión Española, siguiendo el criterio establecido en la Ley sobre Expropiación Forzosa, indemnizará los daños y perjuicios que se ocasionen con motivo de dichas retransmisiones, evaluándolos de una manera automática en función del taquillaje sobrante en cada caso". Cuarenta años después, la vigente ley del fútbol promovida por el PP señala en su disposición transitoria: "Las modificaciones contractuales que pudieran derivarse de la aplicación de esta ley, en relación con los derechos de emisión y retransmisión previamente negociados, precisarán de acuerdo entre las partes implicadas, sin que en ningún caso pueda el Estado asumir, directa o indirectamente, la compensación de perjuicios económicos".
Empate a un gol
Por cierto: el partido del Sporting y el Real Madrid disputado aquel día en Gijón terminó con empate a un gol.
En el equipo asturiano jugaba el siguiente once inicial: como guardameta, Castro (el hermano de Quini); Uría, Doria, Jiménez y Cundi, en una línea de cuatro defensores; Joaquín y Mesa, en la línea medular; y Abel, Quini y Ferrero en la delantera. Y en el Real Madrid, García Remón ocupó la portería. Le acompañaron San José, Pirri, Benito, y Camacho en la defensa; en la media, Ángel, García Hernández y Stielike; y en la vanguardia, Juanito, Santillana, Cunningham.
El sportinguista Ferrero fue expulsado en el minuto 7, y el público de El Molinón empezó a corear una frase que se haría famosa a partir de aquel encuentro: "Así, así gana el Madrid". Después la repitieron tanto los contrincantes del equipo merengue como sus propios seguidores cuando querían mostrar su satisfacción con el juego del equipo. El Madrid acabó ganando aquella Liga.
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