Siete muertos en atracos desde 1990
Siete taxistas han perdido la vida a manos de sus clientes desde 1990. Salvo el penúltimo crimen, perpetrado a las cuatro de la tarde, los ataques violentos a los conductores se produjeron de madrugada. El riesgo aumenta a medida que la ciudad se oscurece. Los atracos con heridos por arma blanca se cuentan por decenas cada año. En la última semana, cuatro taxistas fueron asaltados. Estos son los ataques mortales registrados desde 1990: -De infarto. El corazón de Felix García Marijuan no resistió los efectos de un atraco. Este taxista, de 61 años, falleció de un infarto el 13 de junio de 1990.-Sin probar bocado. Ángel Bueno Manso, de 61 años, murió apuñalado en su taxi una madrugada de abril de 1992. No le había dado tiempo de probar la cena (dos bocadillos) que le había preparado su mujer para aguantar la noche al volante.
-La "hora negra" de Lavapiés. El 21 de noviembre de 1994 una pareja de camellos armados, Rachid Moufraj, marroquí de 25 años, y Abdeslan Kayat, argelino de 31, regó con la sangre de dos taxistas el barrio de Lavapiés. Su ataque irracional se produjo en 60 minutos, el tiempo suficiente para volar la cabeza de Federico García Nogal y Felipe García Fernández. La Audiencia condenó a los asesinos a 125 años de cárcel.
- El crimen de Arganda. Tomás Martín Montoya, 50 años, casado y con cuatro hijas, perdió la vida el mismo día que el drogadicto José Luis Martínez, de 22, decidió atracar y matar a un taxista, para lo que pidió consejo a sus amigos, que se lo tomaron a broma. José Luis cogió el taxi de Tomás en la parada de Arganda del Rey y le guió a las afueras del pueblo para recoger supuestamente una moto averiada. Allí intentó atracarle, discutieron y José Luis Martínez cumplió su plan. Los jueces le condenaron, en septiembre de 1996, a 20 años de cárcel por homicidio y robo con violencia.
- El penúltimo, en Gran Vía. Al taxista Amador Suárez Menéndez, de 56 años, se le fue la vida en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Clínico. Allí agonizó dos días largos hasta que murió como consecuencia de las cuchilladas en el cuello que le había dado Rufino José X., de 24 años, un cliente que acabó siendo su verdugo. El ataque ocurrió a las cuatro de la tarde del 7 de marzo de 1998 en la calle de Caballero de Gracia, junto a Gran Vía. El agresor fue detenido cuando huía por la calle de Montera. El fiscal pide 19 años de cárcel para Rufino, que de pequeño cantó el gordo de la lotería.
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