Fase de corrección

El ambiente de los mercados se va enrareciendo y las cotizaciones se resienten. La contratación, no obstante, es importante —ayer se negociaron 936,43 millones de euros, 155.809 millones de pesetas— y esto le da a la situación un tono de normalidad que los inversores están lejos de sentir. Los análisis son muy confusos, sobre todo porque chocan con la impresión generalizada de que es inminente un pinchazo de la "burbuja especulativa".

La Bolsa española, el Ibex 35, ha perdido en cuatro sesiones el 4,46%, 444,20 puntos, que no sólo le han llevado a un nivel inferior al de apertura del ejercicio, sino que echan por tierra los esfuerzos realizados para superar los primeros efectos de la crisis brasileña.

Para la mayor parte de los inversores y de los analistas, los bandazos que están dando los mercados en las últimas semanas son el preludio evidente de un recorte serio, pero ni los gráficos ni los datos fundamentales de las empresas o de las economías nacionales indican peligro inminente. Sólo a nivel más casero se puede deducir un descuento basado en algunas valoraciones previas de una coyuntura que no es tan favorable, pero todo se reduce a valoraciones casi intuitivas.

Ayer, incluso la cotización entre el euro y el dólar buscó una corrección después de semanas de caída de la moneda europea, lo cual impide que se pueda culpar de la situación de las bolsas a la debilidad de esta divisa. Lo único que preocupa al mercado son los constantes vaivenes de Wall Street.

[Nueva York cerró la sesión con un fuerte retroceso. El índice Dow Jones per dió 158,08 puntos (1,70%) y quedó en 9.133,03, arrastrado por la caída de las acciones del sector tecnológico].