"El ADO, un plan de premios y castigos"

Theresa Zabell, la deportista española con más triunfos, continúa su lucha institucional. Criticada por su fuerte carácter, es de las estrellas que han demostrado su calidad en la vela a pesar de los dirigentes. En un primer momento fue su enfrentamiento con la propia federación española por sus ideas revolucionarias de patrocinio; ahora, aunque ya lo había hecho en anteriores ocasiones, ha vuelto a criticar el plan ADO (Asociación de Deportes Olímpicos), del que ha quedado fuera esta temporada. Zabell, al borde de la retirada definitiva, dice: "Más que un plan de ayuda a los deportistas parece un sistema de premios y castigos".Eduardo Ayuso, director del Consejo Superior de Deportes, se justifica: "El problema de todos los programas elitistas es que deben ser muy objetivos. No son recomendables las cuestiones subjetivas. La clave de ADO es convencer a los deportistas de que estén en su punto álgido en un momento determinado, en la competición más importante". Theresa fue novena en el Mundial de la clase 470 y no le han servido otros resultados. "Los problemas ya empezaron en octubre cuando me vinieron a perdonar la vida ofreciéndome una beca anual de 700.000 pesetas, como si fuera una juvenil. El problema no es económico, porque yo tengo mis patrocinadores y enseguida se ofrecieron a ayudarme más. Parece que me quejo ahora porque no me han dado la beca, pero la tuve tras Barcelona 92 y Atlanta 96, cuando gané las dos medallas olímpicas, y también protesté por los demás, por un sistema muy mal montado en los criterios que se siguen para apoyar. Si no tienes ayudas ¿cómo vas a conseguir resultados? Si esto lo hacen conmigo ¿qué harán con las jóvenes promesas? Yo lo que tengo es una desmotivación muy grande y eso es lo peor para un deportista que quiere ganar, como yo. En ciclos olímpicos de cuatro años un proyecto no puede ser tan estricto que te impida la tranquilidad para concentrarte en competir".

El plan ADO sólo ha introducido este año, por primera vez, "el efecto retroactivo". Ello supone que si alguno de los deportistas cumplen los objetivos entrarán en la beca más alta desde enero del año 2000, pero no antes. El caso de Zabell, según Ayuso, es más radical, porque al cerrar la negociación con la federación de vela se dijo que estaba retirada. Por ello, sólo cuando vuelva a navegar podría optar a esa repesca. El ADO no se ha planteado, por ejemplo, crear un tribunal de técnicos para decidir en casos subjetivos si potenciales campeones pueden seguir cobrando las máximas becas, porque han tenido mala suerte, bajones puntuales o incluso enfermedades. Si antes se perdían por no buscarlos, ahora se corre el mismo peligro por inanición. Eso sí, se les da, al menos, unas becas B (sobre el millón y medio de pesetas).

"El problema es que en el deporte hay mucho miedica, que no protesta por no quedar mal con las federaciones. Y a mí, que lo hago, me llaman pesetera", dice Zabell, que sigue defendiendo a los patrocinadores. "Me sabe mal por las empresas y por televisión, que se han portado muy bien y se utiliza mal su dinero. El sistema es malo y llevo años quejándome de eso".

Zabell, a sus 33 años, ya lo ha conseguido todo, pero también es grave que la mejor regatista de la historia sea irrecuperable por un sistema cerrado. Por lo pronto, ha dejado Barcelona y se ha ido a Madrid con su marido (que está en una empresa) y su hija, Olimpia, a trabajar en una Fundación que lleva niños a conocer el mar una semana. "Con unos ingresos tan inestables y ya con una hija, debemos buscarnos la vida. No he dicho que me retiro, pero si no me vuelve la motivación...Y lo tengo difícil, porque preparar la vela desde Madrid es complicado. Me tendría que ir a la costa cinco o seis días. No sé, quizá en primavera empiece a preparar Sidney 2000 con Patricia Guerra. Pero, sobre todo, ya pienso en el día después".