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Entrevista:ANDALUCÍA, SIGLO XXI

"Si se mantiene la unidad de España, cualquier solución pasa por Andalucía"

Luis Barbero

JAVIER PÉREZ ROYOCATEDRÁTICO DE DERECHO CONSTITUCIONAL Javier Pérez Royo afirma, con vehemencia, que Andalucía está sufriendo una agresión sin precedentes del Gobierno central del PP desde 1996. El catedrático asegura que el ejemplo más claro de la agresión es el no reconocimiento del censo andaluz a efectos financieros.Pregunta. ¿Qué destaca del foro Andalucía, Nuevo Siglo? Respuesta. El afán de obtener puntos de vista diferentes de la realidad andaluza como resultado de una historia larguísima, de una historia de ejercicio del poder político tras la aprobación del estatuto de autonomía y de la existencia de un gobierno autónomo. P. Usted está en la comisión multicultural. ¿Han abordado el folclorismo y si este fenómeno tiene más pros que contras? R. Estoy en la comisión multicultural y no sé muy bien por qué. Nunca he trabajado en asuntos culturales, creo que habría encajado mejor en otra comisión. Supongo que se me asignó como complemento por venir del mundo del derecho y de la política frente al resto, que sí vienen de la cultura. P. Pero, la identificación de Andalucía con el folclorismo, ¿es positiva o negativa? R. Creo que Andalucía ha servido para alimentar los tópicos españolistas. El folclorismo tiene cosas negativas y positivas. Por un lado, es indicativo de riqueza y de vitalidad. Lo que resulta extraordinariamente negativo es reducir toda la sociedad andaluza a esa manifestación folclórica. P. En algunas series televisivas, las sirvientas siguen siendo andaluzas. ¿Cómo se pueden romper esos arquetipos? R. Se van a ir rompiendo. Ocurrirá cuando la forma de presentarse Andalucía al exterior acentúe otros aspectos. Se necesita tiempo porque el problema de los estereotipos es que tardan en morir. En Andalucía, nos ha tocado en parte por nuestra inadaptabilidad a la sociedad industrial. A fin de cuentas los problemas que vive Andalucía son consecuencia de que pierde, en el tránsito del siglo XVIII al XIX, el tren de la sociedad moderna. Del siglo XVI al XVIII, Andalucía es la zona más importante de España. Cuando se pasa de la sociedad agraria a la industrial, Andalucía no sabe adaptarse. La mayor parte de las cosas que nos han pasado no nos las han impuesto. P. ¿Al poder político le ha podido interesar esto en algún momento? R. Si uno coge los presidentes constitucionales que ha tenido España, los más importantes son andaluces. Los andaluces nunca han estado huérfanos de poder político. El problema es que el poder político no es tan decisivo, son más importantes las iniciativas que se producen en la sociedad. Andalucía no ha estado marginada nunca en la historia de España. P. ¿Y en qué se ha fallado? R. Andalucía tenía una estructura social muy perfeccionada en el antiguo régimen pero que no supo cambiar hacia la sociedad industrial. P. Desde 1996, Junta y Gobierno han librado una guerra constante. ¿Tiene Andalucía motivos reales de sentirse agraviada? R. Creo que sí. Hay datos objetivos, como el censo, que es una agresión. Hasta que no se resuelva, es un tema que va a envenenar las relaciones entre Andalucía y el Gobierno de la nación. El censo está aprobado por el Gobierno y por tanto no puede decir que el censo es otro. Ahí no hay posibilidad de llegar a un compromiso. Se podría llegar a un acuerdo en las consecuencias financieras. Se dice que el censo es el real pero que ahora no se puede aplicar porque el presupuesto se va de las manos y se establece un calendario para que el reconocimiento sea efectivo en tres años. Pero si se dice: "el censo no se aplica porque yo lo digo", pues así no se puede pactar. Ésa ha sido la posición del Gobierno con Andalucía. La posición del PP ha sido echarle un pulso al Gobierno andaluz y a los ciudadanos andaluces para decirles: "cambien el sentido de su voto si quieren encontrar receptividad en el Gobierno. Mientras sigan votando de esa manera se van a encontrar con un Gobierno hostil". P. Ha descrito un chantaje. R. Algo de eso hay. Si no, no se acaba de entender que al presidente andaluz se le diga que es imposible que se cedan los impuestos especiales para la financiación autonómica y luego se transmitan al País Vasco. P. ¿No cree que ambas partes han hecho un uso partidista de las instituciones? R. Ha habido momentos de los que nadie se puede sentir orgulloso. A lo largo de estos años, si se revisa la conducta de las autoridades estatales y autonómicas, seguro que todos tienen algo que reprocharse. Pero, yo, que profesionalmente he estudiado el Estado de las autonomías, no he visto en los últimos 20 años un tratamiento similar a una comunidad autónoma como el que ha tenido Andalucía desde 1996. No hay precedente de un enfrentamiento tan brutal. Estamos viendo la actitud del Gobierno vasco con la Asamblea de Muncipios, una actuación que es peligrosa para la unidad territorial de España, y en ningún momento el Gobierno ha tenido la virulencia verbal que ha tenido con Andalucía. P. Andalucía, como comunidad de primera, ¿qué puede hacer cuando el PNV habla de la Asamblea de Municipios y CiU de un nuevo pacto fiscal? R. Andalucía es la norma en el Estado español, lo ha sido y lo va a seguir siendo, a menos que entremos en un proceso disgregador, que, aunque no es descartable, no creo que se vaya a producir. Si se mantiene la unidad política de España, cualquier solución estable pasará por Andalucía. Castilla más Andalucía es lo que hace la unidad política de España. Si Andalucía fuera periferia, una comunidad como Cataluña, Castilla no habría tenido fuerza suficiente para mantener cohesionada a España. Andalucía, estando en la periferia, es centro. Es esto lo que hace que España pueda existir como unidad política. Cuando se hace la interpretación de la Constitución de 1978, Andalucía logra ser autonomía de primera y su solución se generaliza al resto del Estado. Cataluña y el País Vasco fueron los impulsores de la reestructuración, pero la norma definidora del Estado fue la andaluza. Lo que consigue Andalucía se generaliza a todo el territorio. P. ¿Manuel Chaves debe celebrar elecciones conjuntas o separadas? R. Separadas. Las elecciones conjuntas no se deben celebrar nunca, nunca. En las últimas ocurrió porque no había presupuesto ni en el Estado ni en Andalucía. Convocarlas de nuevo a la vez sería subordinar las elecciones andaluzas a las generales. Es la propia dignidad del sistema político andaluz lo que está en juego. Javier Pérez Royo Nacido en Sevilla, tiene 54 años. Se licenció y doctoró en la Facultad de Derecho de Sevilla. Militó en el PCE desde 1967 hasta 1981. Rector de la Universidad hispalense desde 1988 a 1992.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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