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La policía madrileña pide ayuda a la Interpol para localizar al supuesto autor del "crimen de la maceta"

El Cuerpo Nacional de Policía, a través de la Interpol, tiene abierta en el extranjero una línea de investigación por sospechar que el presunto homicida de un hombre hallado muerto en su domicilio de Madrid, con una maceta sobre el pecho, pudiera residir fuera de España o ser de otra nacionalidad.Fuentes de la investigación informaron de que este crimen, ocurrido el pasado 5 de noviembre en la calle de Fernández de los Ríos (distrito de Chamberí), podría obedecer a un móvil sexual, ya que en la vivienda de la víctima se encontraron numerosas revistas de contactos homosexuales con anuncios marcados. La policía halló el cadáver de F.G.C., de 43 años y profesor de inglés, encima de su cama, con la cabeza destrozada a golpes y una maceta de plástico sobre el pecho.

Según las fuentes citadas, el arma homicida fue un cajón con el que el asesino asestó a la víctima varios golpes que le destrozaron la cara, la nariz y los dientes. Las investigaciones de este caso, que continúa abierto y en el que no hay pistas de sospechosos concretos, revelan que en el lugar del crimen no aparecieron signos de lucha. Desde el primer momento se descartó el móvil del robo, porque, entre otros indicios, la puerta no estaba forzada.

La policía sospecha que el asesino podía ser un conocido de la víctima, incluso de nacionalidad extranjera, que estuviera temporalmente en España. Tampoco descartan que pudiera ser alguna persona dedicada a la prostitución con la que la víctima pudiera haber tenido contactos sexuales. La policía resta importancia a la maceta hallada sobre el pecho del profesor de inglés y considera que fue también utilizada para golpear a la víctima. También se encontraron unos guantes de goma de la limpieza en el felpudo de la entrada de la vivienda, que fueron usados para limpiar la sangre que salpicó la vivienda.

El conserje del edificio fue la persona que avisó a la policía tras encontrar los guantes de goma en el felpudo de la vivienda de la víctima. Allí vivía solo desde hacía tres o cuatro años y nunca fue visto en compañías extrañas por sus vecinos.

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