La Junta estudia implantar en los juzgados un servicio para mediar en la separación
Las rupturas matrimoniales no tienen por qué terminar mal. Esa es al menos la idea de la Junta, que está estudiando implantar -según su directora general de Instituciones y Cooperación con la Justicia, Rosa Bendala- un servicio de mediación en los juzgados de familia para "evitar situaciones traumáticas y fomentar las separaciones de mutuo acuerdo". Bendala aseguró que está en conversaciones con los jueces para concretar cómo habría que llevarse a cabo: si el personal técnico ya existente en los juzgados podría desempeñar esta tarea o sí, por el contrario, "supondría una carga adicional" y habría que concertar el servicio con asociaciones privadas, tal y como ocurre en el País Vasco. Los beneficios de la mediación son claros. No sólo "porque podrían evitar costes personales y psicológicos", sino también por cuestiones de tiempo y de dinero. Las separaciones de mutuo acuerdo se pueden solucionar, según fuentes judiciales, en menos de dos meses, frente a los dos años y medio que puede tardar la vía contencioso en caso de que haya recurso. Las primeras vienen a costar una 200.000 pesetas para cada miembro de la pareja, según AFIM, una asociación que se dedica a la mediación en Málaga, mientras que las consensuadas vienen a salir por unas 150.000 para los dos, incluso cuando actúan estos profesionales de forma privada. Muestra de estas ventajas es que las separaciones de mutuo acuerdo han subido de forma espectacular en los últimos diez años. En 1988 las separaciones de los dos juzgados de familia que hay en Málaga capital supusieron el 45,43% de las totales, el año pasado el 60,71%.
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