Un poco de todo

Tirana Bohemia. Por Iliacán. Creación e intérpretes, Eva Coll, Nausica Guitart, Sonia González, Imma Vicente, Pere Jané, Karim Karim, Alvaro de la Peña. Iluminación, Eduard Inglés. Vestuario, María Engo. Escenografía, María de la Cámara. Coreografía y dirección, Alvaro de la Peña. Teatro Rialto. Valencia, 4 de febrero.Digamos que las intenciones de esta coreografía son excelentes, si es que eso sirve para algo. Una especie de crónica testimonial de algunos alborotos y desbarajustes de nuestro tiempo, como es, por ejemplo, el sistemático incumplimiento de la Declaración de los Derechos Humanos, sirve para bailar pequeños fragmentos alusivos también a guerras diversas, himnos internacionales de desdichado recuerdo y agresiones más o menos personales en el ancho campo de las relaciones dudosamente humanas. Hay un poco de todo en que Tirana Bohemia y, sin embargo, casi todo sabe a poca cosa ante la reiteración coréutica de motivos cien veces frecuentados que aquí se exponen sin variación perceptible alguna de cierta relevancia, sin que, por otra parte, sea el sentido del humor la marca más preciada de la casa. El resultado es un espectáculo correcto, desprovisto de momentos de gran inspiración y, tal vez por ello mismo, carente también de baches profundos, por más que una coreografía de una hora de duración no sea ninguna broma. Tocado seriamente por el carácter previsible de su desarrollo, el montaje recurre en ocasiones a una ironía que no se entretiene en sutilezas y muestra siempre sus cartas boca arriba, y así gana en claridad lo que pierde en intensidad. Por otra parte, no parece imprescindible utilizar la misteriosa obstinación de la cuarta suite de J.S. Bach para violonchelo al servicio de un propósito testimonial que, desgraciadamente, no se muestra a la intensa altura de la partitura de referencia, aunque resulte algo más afortunado el uso de un breve fragmento de El Misteri d"Elx, incluido el distanciador homenaje iconográfico. Decepcionante a medias, gratificante a ratos, la impresión resultante es que Tirana Bohemia carece de la complejidad que convierte en arte irrefutable la intención del testimonio. Otras representaciones del día fueron Cuerpo de sombra y luz, por Lanómina Imperial, de Barcelona, con coreografía y dirección de Juan Carlos García, donde la compañía toma como impulso inicial la obra plástica de Paloma Navarés, autora también de la escenografía, para poner en pie un espectáculo que recrea mediante la danza el universo de esta artista, en un ejercicio de traslación de imagen a movimiento repleto de ensueño y erotismo, al decir del programa de mano. Por su parte, la compañía Ausades presentó en el teatro Talía De puertas hacia adentro, textos, coreografía y dirección artística de Toni Aparisi, en una propuesta intimista que acoge la necesidad de comunicación con las personas más próximas y con los sueños propios y ajenos, con dramaturgia y espacio escénico de Josep Manuel Gil y dirección musical de Javier Molla.