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INCENDIOEL FUEGO OBLIGA A DESALOJAR A 40 VECINOS

Ingresa en prisión un hombre acusado de quemar una finca en Valencia

Los trastos que amontonaba en su piso ardieron tan bien que en pocos minutos la finca de cuatro plantas, en el número 64 de la Carrera de la Font de Sant Lluís, en Valencia, se convirtió en una gigantesca pira. El lunes sobre las once y media de la noche José María Martínez Peribáñez, de 31 años, prendió fuego a los enseres de su piso y salió huyendo por una ventana trasera, según la Policía, que lo detuvo más tarde. El fuego obligó a desalojar a unos 40 inquilinos de esta finca y la contigua. El detenido ingresó ayer en prisión.

Martínez tenía antecedentes por amenazas y robo con fuerza, y sufría trastornos mentales, según fuentes del caso. "Hace tres años se paseó con una bombona de butano y un mechero, y amenazó con hacernos volar; otra vez le rompió la nariz a un inquilino", recordaba ayer una vecina. Ante las quejas, en septiembre la Concejalía de Sanidad entró en el piso y retiró los centenares de kilos de desperdicios que hacinaba allí. Pero José Luis volvió a recoger desechos hasta colmatar el piso. Los vecinos habían presentado otra denuncia. Los bomberos y los expertos de Policía Científica coinciden en que el fuego (originado en varios focos simultáneos) se desbordó por los trastos amontonados allí. Ithaisa, de 17 años, que vivía en la cuarta planta, bajó a toda prisa las escaleras. "Las llamas me rozaban", decía. También huyeron entre el humo y el fuego niños de corta edad y una mujer embarazada. La Policía Local rescató a dos ancianos inválidos de unos 80 años, los abuelos de Ithaisa. En total, fueron desalojadas las ocho viviendas de esta finca y las ocho del número 66. En la calle se juntaron 40 vecinos evacuados en batas y pijamas. Huida sobre uralitas Antes del incendio, José Luis tapió la ventana delantera del piso con tablas. Varios vecinos le vieron huir sobre las uralitas de las terrazas traseras. Hora y media después, cuando los inquilinos contemplaban cómo ardía la finca, Martínez llegó caminando junto a un amigo en bicicleta. Una vecina, Concha de Nalda, se abalanzó sobre él y se lo entregó a la Policía: "Éste es el que nos ha quemado la finca", les espetó. Los agentes se lo llevaron enseguida porque los vecinos estaban soliviantados y le increpaban. El titular del juzgado de Instrucción número 18 le tomó declaración ayer y ordenó su ingresó en prisión. Los vecinos denunciaron ayer a la Consejería de Bienestar Social, a la que consideran responsable civil subsidiaria por "no controlar a Martínez, que estaba bajo su tutela por su enfermedad mental". El fuego ha dañado a toda la finca y ha calcinado los dos pisos de la segunda planta: el de Martínez (propiedad de su tía) y el de un joven matrimonio, Jesús e Inma, que sólo llevaba un mes allí. Habían trabajado los domingos para ahorrar los siete millones que gastaron en reformar la vivienda. Ayer buscaban la escritura entre la cenizas.

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