Zaplana no se arruga ante el "caso Dolores" y da más dinero

El Ejecutivo valenciano hizo ayer buenas las palabras pronunciadas por el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, el pasado 8 de marzo cuando al ser interpelado por el caso Dolores manifestó: "Puedo asegurar que no nos vamos a arrugar porque quien ha llevado una estabilidad ética a la vida pública es el Partido Popular y en ese terreno no nos gana nadie". Ayer el Consell aprobó la ampliación de un convenio con el Ayuntamiento de Dolores para la "realización de las obras de urbanización del parque municipal y de dos zonas verdes del casco urbano". El acuerdo para realizar estas obras fue suscrito el 15 de septiembre de 1997 y ayer se amplió para incorporar también la rehabilitación de la casa cuartel de la Guardia Civil. El incremento en la financiación es de 31,6 millones de pesetas con lo que el convenio con este pequeño municipio de La Vega Baja queda con una dotación de 108,7 millones de pesetas a pagar en tres anualidades. El caso Dolores, que motivo la celebración de un pleno urgente de las Cortes Valencianas, saltó a la luz pública después de conocerse que dirigentes del Partido Popular en Allicante y los ediles del Partido Independiente de Dolores habían formalizado ante un notario de Murcia un pacto para desalojar al alcalde socialista a cambio de financiar obras al 100% con subvenciones públicas. El pacto, suscrito el 18 de julio de 1996, se tradujo en una moción de censura que desalojó a los socialistas del poder en Dolores -con 6.127 habitantes-, que vió como en 1997 recibía más subvenciones públicas que en toda su historia. La Diputación de Alicante multiplicó por 11 las cantidades destinadas a obras públicas y al desarrollo de programas sociales, deportivos, culturales y de todo tipo en este pequeño pueblo. La ampliación del convenio que mantiene la Generalita con el Ayuntamiento de Dolores para urbanizar el parque municipal y dos zonas verdes del caso urbano viene a dar cumplimiento al apartado K del documento depositado en la notaría de Murcia por los populares y los ediles del Partido Independiente de Dolores, hoy integrado en Unión Valenciana. El caso Dolores provocó que el PP decidiese solicitar la comparecencia en las Cortes Valencianas de un rosario de políticos -la mayoría socialistas- que hubiesen participado en cualquier moción de censura municipal. Hasta la fecha no ha habido ninguna comparecencia.