El partido gastó 1.500 millones en proteger a sus cargos en 1998, más del doble que entre los dos años anteriores

El PP ha tenido que hacer frente con su propia caja a la defensa y seguridad de sus cargos públicos, sobre todo en Euskadi, "ante la insuficiente respuesta de quienes tenían la competencia para hacerlo". Su todavía secretario general, Francisco Álvarez Cascos, informó ayer de que en los tres últimos años se han destinado 2.150 millones de pesetas a ese concepto.Esta referencia, crítica al Gobierno vasco por no ser capaz a través de su policía de proteger a los representantes del PP del zarpazo de ETA, fue la única alusión peyorativa de Cascos a los nacionalistas, si bien la responsabilidad atañía a los tres partidos que componían el Ejecutivo vasco: el PNV, Eusko Alkartasuna (EA) y el PSE.

Ese dinero fue considerado insignificante por el auditorio a la vista de la respuesta que tuvieron las palabras de Cascos sobre los asesinados por ETA. El recinto tronó con casi cuatro minutos de aplausos cerrados de 4.000 personas puestas en pie rindiendo homenaje a los siete concejales del PP caídos a manos de la banda terrorista. Cascos recitó sus nombres y la emoción fue evidente: "Nos faltan todos aquéllos que, como otras muchas víctimas, fueron asesinados por la espalda, sin otra culpa que representar a los españoles en una lista de UPN o del PP". Gregorio Ordóñez, Miguel Ángel Blanco, José Luis Caso, Alberto Jiménez Becerril, José Ignacio Iruretagoyena, Tomás Caballero y Manuel Zamarreño. Citó también a la esposa de Jiménez Becerril, Ascensión García Ortiz. "Era la hora del PP y los canallas del tiro en la nuca escogieron como blanco de sus pistolas a nuestra gente, a nuestros cargos públicos, a nuestros concejales", apostilló. Esta vez ya no hubo aplausos, sino un silencio espeso. "Pero no han conseguido nada", continuó; "nos han sembrado de sangre, de luto, de lágrimas y de huérfanos, pero no han logrado hacer mella en la fortaleza de nuestro partido".

Antes de que la emotividad cargara el ambiente, Cascos había leído, utilizando un tono de contable satisfecho, las cifras de los ingresos y los gastos. La evidencia de que ha sido durante 1998 cuando los cargos del PP han corrido más peligro también se traduce en cifras. En 1996 el PP gastó en seguridad privada 250 millones de pesetas; en 1997, 400; en 1998, 1.500.

Por lo demás, todo satisfacción en cuanto a los dineros se refiere. En los tres últimos años, que es la etapa analizada, de congreso a congreso, el PP ha reducido su deuda a 800 millones; nada que ver con las cuentas del PSOE, cuyo pasivo está todavía en torno a los 6.000 millones.

A Cascos le habría gustado dejar a su sucesor a partir de mañana, Javier Arenas, un déficit 0, pero ese récord, dentro del panorama de los partidos políticos españoles, no lo ha podido alcanzar.