Cascos advierte de que fortalecerá al partido desde el Gobierno

Francisco Álvarez Cascos dejará de ser secretario general del PP en el congreso que hoy comienza. Esta tarde pronunciará su último discurso, en un cónclave del PP, desde la tribuna que le ha otorgado ese cargo en los últimos 10 años. El propio secretario general avanzó ayer, en una entrevista con Europa Press, las líneas maestras de ese discurso.Cascos sostiene que en una democracia los gobiernos pasan mientras los partidos permanecen. Por ello, realizará una llamada de atención para no descuidar el PP en esta etapa de gobierno porque cree que si se queda en malas condiciones, la posibilidad de recuperar el poder tras perderlo se dilatará: "Como algún día el PP tendrá que ceder el puesto a quien le suceda, en ese momento tenemos que esperar que el partido esté fuerte como cuando llegó al Gobierno".

Precisamente con ese fin, Cascos anuncia que no piensa perder el control de lo que suceda en el PP. Anuncia que desde sus actuales responsabilidades como vicepresidente primero del Gabinete de Aznar tendrá una atención preferente al fortalecimiento del PP. Y pone como ejemplo de su advertencia lo que le ha sucedido a otras formaciones después de largas etapas en el Ejecutivo. "Creo que si yo no hubiera tomado la decisión de dejar la secretaría general, mi convicción es que contaba con la confianza de José María Aznar para haber continuado en el puesto", declaró Cascos al programa de RTVE El tercer grado.

Hablará una hora y media

Fuentes próximas al vicepresidente primero del Gobierno precisaron que Álvarez Cascos no quiere ofrecer hoy una intervención que se pueda interpretar como de despedida sino como un simple balance de su gestión en los últimos tres años, es decir, desde el anterior congreso que se celebró también en enero pero de 1996, unos meses antes de que el PP ganase las elecciones generales. Cascos construirá para ello un discurso de una hora y media de duración. Fuentes del PP han desmentido que el vicepresidente haya pedido a los organizadores, como publicó EL PAÍS, media hora más porque no le llegaba con la hora inicial que le habían fijado. Y explican en este sentido que en el anterior cónclave ya dispuso del mismo tiempo que tendrá ahora.Cascos confesó no haberse sentido solo en estos meses en los que cree haber recibido fuertes críticas. Recurrió a De Gaulle para sentenciar: "Hay que saber dónde está la mayoría, que generalmente es silenciosa, y sentirse arropado por ella. Si uno se deja influir por la algarabía, por muy notables que sean los corifeos que la integran, puede sentir en algún momento la soledad. Pero si uno pasa de corifeos movidos por intereses particulares y sabe interpretar esa mayoría silenciosa de compañeros y ciudadanos a los que representa, aunque no haya grandes manifestaciones públicas, eso no supone ninguna dificultad".