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Entrevista:

ELENA CÁNOVAS DIRECTORA TEATRAL "El teatro en la prisión es una terapia para las internas"

Hace 20 años entró como funcionaria en la prisión de Yeserías (Madrid) con una idea: ayudar a que las presas encontraran un aliciente para salir adelante. Lo consiguió. Elena Cánovas, antigua estudiante de Arte Dramático, empezó creando un pequeño grupo teatral. Luego consiguió estrenar dentro de la prisión. Después en el exterior. Más tarde llegaron los premios. El grupo que formó, Yeses, integrado por 20 mujeres, estuvo incluso en Salónica cuándo esta ciudad fue capital cultural. Para Cánovas, la cosa está muy clara: "El teatro en la prisión es una terapia para las internas". Pregunta. ¿Cómo decidió embarcarse en la idea de crear un grupo de teatro con reclusas? Respuesta. Cuando entré hace 20 años en la prisión de Yeserías, me planteé que la función represiva en las cárceles no valía. Yo tenía unas ideas muy románticas. Me puse unas metas: primero dirigir y luego sacar los espectáculos adelante. Empezamos estrenando en la cárcel. Luego en otras cárceles y, finalmente, en la calle. P. Parece que tuvo bastante éxito... R. Sí. Primero conseguimos un premio en un congreso de la UGT y luego el accésit del Premio Calderón de la Barca. Eso resultó muy estimulante para las internas, que empezaron a descubrir su vocación por el teatro. P. ¿Son buenas actrices? R. Sí. Las chicas tienen muchísimas imágenes dentro de ellas, muchas ganas de expresarse. El teatro canaliza muchas de sus emociones. Además, en la compañía, las internas no sólo trabajan de actrices, sino de ayudantes de dirección, de atrezzo. Yo creo que el teatro en la prisión es una terapia para las internas. P. ¿Ha servido la experiencia para ayudarlas luego en la vida? R. La mayor parte de las mujeres cambian, se pulen más. Se les eleva la autoestima. La mayoría arrastra enormes problemas en el exterior, tiene profundos conflictos. Pero esto las anima un poco. P. ¿Hacen obras propias? R. Sí. Nuestro primer montaje, Malbajío, era con texto nuestro, una obra sobre el mundo de las mujeres en la cárcel, con todos sus problemas. Luego hemos hecho muchos montajes de otros autores, como Alonso de Santos, Paloma Pedrero, Lorca, Ionesco, Arrabal... También hemos contado en muchas ocasiones con la colaboración de actores profesionales, como Santiago Segura o Jaime Blanch. P. ¿Y cuál es la reacción del público ante la compañía? R. Bueno, a los medios de comunicación les da mucho morbo ver llegar a las presas con las esposas puestas antes de la representación. Pero al público le encantan los montajes, porque a las actrices, en cuanto les rascas un poco la piel, les estallan las emociones. Tienen una frescura que ya quisiera para sí un actor profesional.

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