La eficacia del Valencia frena los sueños del Mallorca
Héctor Cúper escuchó los primeros silbidos en el Lluís Sitjar
El Lluis Sitjar se rindió al Valencia. Ni liderato ni título honorífico de campeón de invierno, ni imbatibilidad en campo propio. Con todo ello, barrió el equipo de Claudio Ranieri en un ejercicio espectacular de pragmatismo y eficacia futbolística. El Mallorca acabó los 90 minutos con cara de tonto porque jugó su mejor partido de la temporada en casa, deleitó a su afición con 45 minutos de ensueño, incluso falló un penalti, y acabó perdiendo. Dani, que salvó a los rojillos en otras ocasiones, no pudo batir a Cañizares desde los 12 metros, y tuvo la mala fortuna de perder el balón que aprovecharía el Piojo López para batir a Roa. Dani fue sustituido en la segunda parte, también, por primera vez en la temporada.El partido tuvo un arranque espectacular. Ni la gran presencia defensiva del Valencia -hasta cinco jugadores alineó Ranieri delante de Cañizares- ni la amenaza latente de jugadores veloces como el Rayo -Piojo López y Angulo- frenaron los ímpetus ofensivos del Mallorca.
MALLORCA 0
VALENCIA 1Mallorca: Roa; Olaizola, Marcelino, Siviero, Miquel Soler; Lauren, Engonga, Ibagaza (Paulovic, m. 62), Stankovic; Dani (Carlos, m. 73) y Chupa López. Valencia: Cañizares; Anglomá (Roche, m. 74), Djukic, Bjorklund, Carboni, Mendieta; Milla, Farinós, Juanfran; Piojo López (Vlaovic, m. 87) y Angulo (Popescu, m. 83). Goles: 0-1. M. 49. Piojo López en el segundo palo aprovecha un grave error de la defensa isleña y marca tras un centro de Angulo. Árbitro: Brito Arceo, del colegio tinerfeño. Enseñó tarjetas amarillas a Mendieta, a Anglomá y a Angulo del Valencia. Unos 15.000 espectadores en el estadio Lluis Sitjar
El equipo de Cúper salió con muchas ganas y dejó en los vestuarios su conservadurismo de otras ocasiones. La banda izquierda por donde corrían Miquel Soler y Stankovic dio muchos quebraderos de cabeza a la zaga dirigida por Djukic. Y por allí el Mallorca encontró una auténtica mina de oro para crear oportunidades.
Los rojillos no esperaron demasiado para poner cerco a la portería de Cañizares. Fueron 45 minutos de juego explosivo, vibrante, eléctrico, que no pasaron desapercibidos para la retina del espectador. En pocas ocasiones, una primera parte registra un balance tan espectacular, con tres disparos al larguero, dos del Mallorca (Dani en el minuto 17 y Stankovic en el 18) y uno del Valencia (Mendieta en el 12), una vaselina a la media vuelta de Mendieta (m. 24) y un mano a mano entre Ibagaza y Cañizares (m. 19) que el meta valencianista desvió al córner y un penalti, en este caso, fallado por Dani (m. 45).
En los banquillos, siguiendo el juego de pie, Cúper y Ranieri no dejaban de dar instrucciones a sus pupilos. El orden a ultranza de Mallorca y Valencia fue la premisa inicial del choque y todo quedó a expensas de la calidad individual de los futbolistas. Fue más activa la banda izquierda del Mallorca, pero la derecha, con Lauren omnipresente, también fue decisiva en ocasiones. El jugador camerunés del Mallorca jugó muy motivado, quizás para castigar la miopía de los dirigentes del Valencia, que teniéndolo tan cerca -jugaba en el Levante de Segunda- le dejaron escapar. Lo mismo ocurrió con Engonga, aunque el veterano mediocampista internacional está más acostumbrado a estos trotes. Llegó en el mismo paquete de seis jugadores regalados por el Valencia al Mallorca en la pasada temporada (Gálvez, Moya, Eskurza, Romero y Campo), y cada vez que puede hurga en la herida. Sus pases en profundidad sembraron el desconcierto en varias ocasiones en las filas visitantes.
El epílogo de un primer tiempo brillante fue el penalti que Djukic le hizo a Dani. La acción fue muy protestada por los valencianistas, aunque Brito Arceo, algo lejos de la jugada, no dudó un instante en señalar el punto fatídico. Dani, que fue el encargado de ejecutar la falta, ha hecho muchas cosas buenas esta temporada y ello le ha valido ser convocado por primera vez a la Selección española. Pero falló en el penalti, una jugada clave, al enviar el disparo a las gradas. Para el Mallorca hubiese supuesto irse a los vestuarios con un tranquilizador 1-0. En cambio, el equipo de Cúper se encontró con el marcador en contra nada más empezar la segunda parte.
Remando contra corriente los rojillos mostraron su cara más negativa. Faltó criterio y hubo un exceso de balones aéreos, que facilitaron la labor de Djukic y el sueco Bjorklund. Por primera vez la palabra de Cúper no fue ley en el Lluis Sitjar, ya que cuando ordenó el cambio de Carlos por Dani el técnico argentino escuchó los primeros silbidos. Quizás una buena parte del público esperaba que perdiendo 0-1 arriesgara más, dando entrada a un tercer delantero por un defensa o un mediocampista.
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