Roger pide a la directiva azulgrana que le ayude a dejar el Camp Nou

La lista parece ya interminable. El técnico del Barça, Louis Van Gaal, no quiere en el vestuario el menor residuo de cruyffismo. Tras la marcha de Amor, Iván de la Peña, Ferrer, Stoichkov y Pizzi (solicitado por Johan Cruyff), Roger anunció tras el ensayo de ayer que quiere seguir los pasos de su hermano Óscar (quiere irse al Chelsea) y dejar el Barça. Van Gaal comunicó a Roger la víspera del partido de Copa ante el Benidorm, cuatro días después de que se cerrara el mercado de fichajes, que no entraba en sus planes por razones de "actitud". Fue el mismo argumento que utilizó en su día con los descartados.

Ascendido al primer equipo en 1995 de la mano de Johan Cruyff (dijo en su día que la zurda de Roger valía más que las cuatro piernas de Bogarde y Reiziger), Roger ha sido, como el resto de canteranos, prisionero del apellido del holandés. La directiva quiso mitigar los efectos del despido de Cruyff y se apresuró en 1996 a blindar a los hermanos García, a Iván y Celades (tampoco juega ahora y no se le quiere renovar el contrato) con unas elevadas cláusulas de rescisión. Roger, que tiene ofertas en el extranjero, quiere que la directiva rebaje -algo que no ha hecho con Óscar- sus pretensiones.

Van Gaal reprochó ayer a Roger que no hubiera tenido los ojos abiertos cuando firmó el contrato. El técnico no fue demasiado coherente porque no se inmutó tras el aumento de ficha aplicado a Luis Enrique.