300 vecinos cortan la A-7 a su paso por Villafranqueza

Los manifestantes sostienen que la calidad de vida en Villafranqueza ha disminuido por los ruidos procedentes del tráfico y que el trazado en curva de la vía ha provocado 23 muertes en cuatro años. El Ministerio de Fomento rechaza de pleno esta valoración, ya que niega que exista un punto negro y rebaja la cifra de fallecimientos a 15 en los 9 años de existencia de la autopista. Los vecinos atribuyen esta diferencia a que el ministerio sólo contabiliza las muertes a pie de carretera, y no las posteriores de heridos en los centros sanitarios. Pese a que los vecinos siempre han rechazado la presencia de la autovía por los ruidos y molestias, sus protestas cobraron vigor después del accidente de un autobús el 26 de abril de 1998, en el que fallecieron 12 personas, 10 de ellas en el lugar del siniestro. Los vecinos organizaron poco después una manifestación para pedir el cambio del trazado. Desde entonces, los vecinos se han reunido con el subdelegado del Gobierno en Alicante y con los ingenieros de la Unidad de Carreteras para plantear sus reivindicaciones. Según fuentes ministeriales, en ellas se les informó del proyecto de remodelación y mejora del enlace de Villafranqueza, que lleva aparejadas las obras de encauzamiento del Torrente de San Vicente, cuya licitación se prevé para abril. En una nota remitida por el ingeniero jefe de la Unidad de Carreteras, Gregorio Rubio, se anuncia que antes de final de mes comenzará la cobertura de toda la circunvalación con aglomerado asfáltico, material que absorbe los ruidos. Para los vecinos, estas medidas no son suficientes y han anunciado nuevas protestas.