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Borrell exige que el Ejecutivo explique en el Congreso su "cambio de estrategia" con respecto a la UE

José Borrell levantó ayer la bandera de la ciudadanía europea en un discurso en el que defendió una Europa que, hacia dentro, nivele condiciones de vida y reconozca derechos de los ciudadanos y, hacia fuera, tenga una voz y un peso en el escenario internacional. En su discurso de clausura de una jornada parlamentaria sobre el futuro de Europa, el candidato socialista marcó distancias sobre la política europea del Gobierno y anunció que su grupo pedirá la comparecencia urgente del Ejecutivo en el Congreso para que explique su "cambio de estrategia negociadora". Afirmó que el PSOE luchará por una "España federal en una Europa federal".El candidato socialista afirmó que el Gobierno debe explicar por qué ha pasado de una actitud intransigente, cercana al veto, como la que mantenía en diciembre, a una posición negociadora y débil. Borrell acusó al Partido Popular de tener una visión pobre de Europa. "No es sólo una zona de libre cambio, ni un gran mercado", afirmó. "Los socialistas tenemos otra visión". El ministro de Exteriores, Abel Matutes, se apresuró a contestar al candidato socialista a la Presidencia del Ejecutivo que él nunca ha defendido el mantenimiento de la aprotación del Reino Unido a la Unión Europea (UE).

Borrell pronunció un discurso ambicioso por su calado político, en el que dibujó a grandes rasgos las ideas y propuestas que, en su opinión, los socialistas deben llevar a las próximas elecciones. La idea de Europa fue en ese sentido un elemento definitivo. Consolidar la UE a partir del concepto de ciudadanía europea, "debe ser un elemento básico en la superación de las viejas estructuras del Estado-Nación hacia esa federación de Estado que debe estar completada con una declaración de derechos fundamentales que tenga carácter vinculante y protección jurídica". Pidió una Europa "más eficaz y más democrática", si se pretende funcionar con 20 miembros cuando se funciona mal con 15; reforzar la doble legitimidad democrática, la capacidad de decisión y la rendición de cuentas; un Tribunal de Justicia que tenga un papel de Tribunal Constitucional y una fusión de toda la legislación en un solo Tratado, que sea una Constitución Europea asequible a todos los ciudadanos. Con un tono claramente electoral pidió que se "ponga al ciudadano en el centro de la Unión", que las decisiones se trasladen lo más cerca posible al ámbito más próxima al ciudadano.

Reclamó, además, una política exterior y de seguridad común que permita a Europa asumir "su responsabilidad ante la humanidad entera", sabiendo que ello va a exigir recursos "sin los cuales nadie puede jugar el papel en el mundo que a Europa le corresponde". Borrell añadió que junto a la moneda única hace falta un "Gobierno económico europeo", una palabra que, admitió, asusta a algunos.

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