Los socialistas admiten que para ganar las elecciones tendrán que presentar una "oferta diferente"

Los socialistas están convencidos de que pueden ganar las próximas elecciones generales con la ayuda del propio presidente del Ejecutivo, José María Aznar, si como dice no las convoca hasta mayo del año 2000. Y es que creen que así tendrán tiempo suficiente para preparar una "oferta política diferente" a la de los demás y a la suya tradicional, lo que consideran imprescindible. Las posibilidades de victoria las transmitió ayer el candidato a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, a su grupo parlamentario basándose en un estudio cualitativo efectuado por una empresa de sociología electoral.

A los miembros de la Comisión Permanente del Grupo Parlamentario Socialista, que reúne a los portavoces de todas las áreas, les animó ayer encontrar a José Borrell, su candidato a la Presidencia del Gobierno, "exigente, pero también muy animoso". En esta reunión, celebrada a puerta cerrada, el clima fue diferente al de otras anteriores, en las que la desesperanza hacía mella.En el último encuentro, en diciembre, no se descartó que el presidente del Gobierno, José María Aznar, pudiera convocar las elecciones generales en los próximos meses. Sin embargo, el discurso de ayer fue distinto, ya que Borrell transmitió a los suyos la convicción de la Ejecutiva Federal del PSOE de que, finalmente, Aznar cumplirá lo que dice y agotará la legislatura. Eso significaría que el primer partido de la oposición tendría todavía 14 meses por delante para trabajar.

Estudio cualitativo

Borrell informó a sus compañeros del estudio cualitativo que ha elaborado una empresa de sociología electoral sobre las actuales expectativas del PSOE y la situación del Ejecutivo.Varios asistentes a la reunión aseguran que de ese documento, que no contiene intención de voto porque es un dato ajeno al objetivo que se persigue, se deduce que los socialistas pueden ganar las próximas elecciones generales.

"La salvación está en presentar una oferta política diferente a las que presentan otros y a las que nosotros defendimos hasta perder el Gobierno", afirmó uno de ellos trasladando las palabras pronunciadas por el propio Borrell.

Esos estudios cualitativos se realizan con grupos de personas significativas de diferentes sectores a las que se somete a exhaustivos cuestionarios. "El resultado general es el de que el Partido Popular no acumula el rechazo que concitó el PSOE, pero no resulta demasiado atractivo", añadió el mismo interlocutor. Los resultados electorales de 1996 también fueron citados por José Borrell ante los parlamentarios socialistas. "Podemos recuperar 20 diputados, ya que hay 20 provincias en cada una de las cuales cayó uno por poquísimos votos", recordó Borrell, aunque inmediatamente precisó que en la otra dirección también ocurrió eso, pero en menor medida. Los socialistas ganaron diez escaños por escaso margen respecto al Partido Popular, se dijo ayer.

Para conseguir esa "oferta política diferente" el candidato a la Presidencia del Ejecutivo informó del trabajo que están haciendo los miembros de la Comisión de Programa Electoral, que dirige Manuel Escudero, y los comités de expertos que trabajan voluntariamente en dar contenido a los 12 bloques de materia que compondrán el programa.

Pero todo el trabajo se podría poner en riesgo si surgiesen conflictos entre ellos o si se lanzaran mensajes contradictorios. Esta preocupación la expresó ayer José Borrell, según distintos interlocutores.

"Por ahora tenemos muchas voces y poco coro", aseguran que dijo el candidato, quien solicitó encarecidamente a los dirigentes del grupo parlamentario trabajo y unidad de acción.

Al final de la reunión, el portavoz adjunto, Luis Martínez Noval, afirmó que la intervención de Borrell "ha galvanizado la voluntad y el estado de ánimo de todos".