La contratación en la Bolsa de Bilbao aumentó un 55% en 1998 respecto al ejercicio anterior
La Bolsa de Bilbao volvió a batir su propio récord tanto en cifra de negocios como en beneficios. Si 1997 fue un año excepcional, 1998 no se ha quedado a la zaga. La sociedad rectora de la Bolsa de Bilbao logró en 1998 unos beneficios de 710 millones de pesetas, un 96% más que en el ejercicio anterior. Este resultado permitirá a la Bolsa repartir por quinto año consecutivo dividendos, alrededor del 40% de sus beneficios. La contratación de la Bolsa de Bilbao, atendiendo sólo a las compras, alcanzó en 1998 los 8.827.551 millones de pesetas, un 54,89% más que en 1997.
Las operaciones de compra en el parqué bilbaíno se han repartido en 4,5 billones en renta fija y 4,2 billones renta variable. La Bolsa se sitúa así con unos fondos propios de 2.621 millones de pesetas, un 40,16% más que los 1.870 millones logrados en 1997, una vez deducidos los dividendos. Según José Luis Damborenea, director gerente de la Bolsa, el Consejo de Administración propondrá a la Junta General de la sociedad un reparto de dividendo de alrededor de 280 millones de pesetas, porcentaje similar al de 1997. Estos resultados excepcionales se ven acompañados con la entrada de un nuevo socio en la sociedad rectora de la Bolsa: Asesores Bursátiles Norte (AB), agencia de valores y bolsa. Esta nueva incorporación hace que los socios de la Bolsa bilbaína pasen de diez a once: nueve sociedades de valores y bolsa y dos agencias. Como agencia de valores y bolsa, AB asume algo más de un 2% del capital, con un desembolso de unos 45 millones de pesetas. Optimismo El optimismo sobre la situación de la Bolsa lo reflejaba ayer en la presentación de los datos su presidente, José Luis Marcaida: "El ejercicio 1998 ha sido indiscutible en cifras, extraordinario en sus logros, y, lógicamente, será difícil de superar y de batir". Además pronosticó un ejercicio 1999 con "mayor volatilidad" en los mercados, por lo que aconsejó actuar con cautela en la inversión. Damborenea afirmó por su parte que la capitalización bursátil alcanzó casi los 49 billones, un 35,7% más que en 1997). De éstos, más de un billón corresponden a renta fija y casi 48 billones de pesetas a renta variable. La Bolsa de Bilbao intermedió un total de 17,5 billones de pesetas (compras más ventas), que supuso más del 52% de incremento sobre 1997. De éstos, más de nueve billones correspondieron a renta fija y 8,5 billones a renta variable. El índice general se revalorizó en Bilbao a lo largo del pasado año un 38,83%, incluso más que el Ibex35 (índice de referencia formado por los 35 valores que más volumen mueven en la Bolsa de Madrid), que lo hizo en un 35,6%. Pese a los óptimos resultados, Marcaida definió 1998 como de auténtico sobresalto; un ejercicio en el que, a su juicio, quedó claro el contagio de los episodios de inestabilidad debido a la globalización de las economías, en referencia a las crisis asiática, rusa y latinoamericana. Marcaida realizó un repaso al comportamiento de la Bolsa de Bilbao durante el pasado año, en el que se produjo una "extraodinaria revalorización" en la primera mitad, que pasó posteriormente a una situación de mínimos en agosto y septiembre, y a experimentar, finalmente, una recuperación en el último cuatrimestre. La adaptación y preparación al euro impulsó también a la Bolsa bilbaína gracias a la "cada vez más importante número de empresas que salen a Bolsa" y a las ofertas públicas acometidas durante el ejercicio, como las de Endesa, Telefónica o Argentaria. Unas privatizaciones que Marcaida considera poco probables que se repitan en próximos años, aunque pronosticó la contrapartida de la mayor salida al mercado bursátil de empresas privadas. El presidente de la Bolsa de Bilbao considera que este año acudirá a los mercados españoles un importante volumen de fondos de inversión, "tanto procedentes de ahorro nacional como del exterior". Sin embargo, recordó que los analistas hablan de un ejercicio de gran volatilidad, mayor que la del pasado año, con posibles recortes de las cotizaciones, debido a los coletazos o rebrotes de las crisis japonesa y latinoamericana. Los recortes en las cotizaciones se producirán, según indicó, debido a la imposibilidad de mantener de forma indefinida "un crecimiento en el rendimiento de capitales que se sitúe por encima del crecimiento de la producción y la economía real". Por esta causa Marcaida recomendó cautela pese a la existencia de razones para el optimismo, como el fin de las crisis y la consolidación de Europa.
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