El Deportivo toma aire

El conjunto de Irureta frena su crisis y hunde un poco más al Extremadura

El Deportivo toma nuevo impulso y de paso frena su crisis a costa del Extremadura. Fue un trabajo pertrechado sin excesivo crédito, descaradamente práctico, apoyado en la máxima rentabilidad de sus lanzamientos a puerta y contando con la mala fortuna de su rival que mereció algo más.

¿Falso o verdadero este Deportivo? El grupo de Irureta tiene un conflicto de personalidad, entre lo que aparenta que es y lo que se presupone que debe ser. Ayer ganó sin convencer, con un juego amargo, confundido, resignado a la necesidad de ganar sobre todas las cosas. Y se encontró enfrente a un animoso Extremadura que desembarca en los partidos con un trabajo artesanal, meritorio, que promete más que recoge. Y como su afición es poco dada a reproches asume riesgos a veces innecesarios.

El conjunto de Rafa Benítez tiene buenas intenciones pero escaso poder en el centro del campo y prácticamente ninguna pólvora arriba. Debería desconfiar más de sus rivales pero asume un desparpajo tan atrevido como peligroso que le abre en canal. Así, el Deportivo se encontró con un premio rápido, excesivo para sus méritos. Flores se aprovechó de una fragilidad defensiva y clavó el puñal.

El grupo de Irureta impuso un sentido práctico en el terreno. La humildad o la pura necesidad de ganar le llevó a interpretar el partido con fuerza, contundencia, tranquilidad y poco más.

El Extremadura no cesó en su ajetreo y continuó moviendo el partido con más ritmo y verticalidad. Viaout, la nueva adquisición azulgrana, se dejó ver por momentos y Duré por fin se encontró cómodo. Una entrada explosiva del argentino, superado ya Songo'o, fue la mejor ocasión de los locales que Scaloni desbarató sacando el balón bajo el larguero.