Experiencias
DE PASADALos popes del mercado no valoran la experiencia como debieran. Si frisas la cuarentena te conviertes en un presunto pasivo, es decir, un ser con tendencia a la jubilación y sin talento. La globalización económica se ha cargado, incluso, el refranero, ese directorio no escrito que mitigaba rotos y descosidos y con una filosofía tan ancha, tan ancha que lo mismo recomendaba madrugar que no amanecer temprano. El caso es que, al igual que el mercado (que a veces dice sí y otras no sin incurrir en contradicciones como los humanos, de natural intervencionista como se sabe), nunca se equivocaba. Sobre la experiencia, el pragmático directorio oral se zambullía por los avernos para ensalzar la sabiduría del diablo por viejo. En definitiva, el conocimiento y la práctica agudizan el buen criterio. El alcalde de Castilleja de Guzmán (Sevilla), Juan Escribano Otero, es un ejemplo que debería estudiarse en las escuelas de liderazgo como caso práctico, dadas las cotas de eficacia que ha alcanzado gracias a sus 37 años de gobierno ininterrumpido. Es un alcalde tan ducho y versado en rimar decretos que ni siquiera convoca plenos municipales ordinarios. La oposición no acepta esa pertinaz negativa de Juan Escribano. Aducen los socialistas que se niega a rendir cuentas, sin entender que un regidor bregado y curtido no necesita perder el tiempo en pueriles diálogos institucionales. Lo peor es que el TSJA tampoco lo entiende -ha obligado al alcalde a convocar plenos ordinarios-, a pesar de que si antes no lo hacía, no pasaba nada. Cosas de la democracia. En el hospital comarcal de Melilla, por el contrario, aprecian ante todo la experiencia. El cadáver de Khalid M., un argelino de 24 años, ha permanecido siete meses en una cámara frigorífica antes de ser enterrado. Allí la antigüedad es un grado, incluso para los muertos. Y como a Khalid no le reclamaba ni Dios, desde el 11 de mayo de 1998 estaba como los cubitos de hielo en el congelador de un abstemio. El teletipo de Europa Press sólo explicaba que el inmigrante falleció apuñalado tras una reyerta, que varias organizaciones habían denunciado el retraso en el entierro, que ningún familiar se interesó y que el cuerpo había entrado en una fase de descomposición eterna a pesar de la cámara frigorífica. Sería deseable que, al menos, no le hayan sepultado bajo una cruz. TEREIXA CONSTENLA
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