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ALMENDRO

Flor arriesgada

Planta valiente como pocas, el almendro se atreve a adelantar al máximo su floración y, como si no tuviera miedo al riesgo, aprovecha las reservas acumuladas durante el año anterior para lanzarnos, antes de las hojas, una colorida presencia en sus ramas. Las flores se abren y luchan para no sufrir una mortal helada que trunque sus esperanzas de fertilidad y germinación. Estos días comienza el espectáculo del colorido en nuestros campos más rústicos y con él no sólo se arriesga el árbol sino también nos arriesgamos nosotros. El norte de Sevilla se viste de luces blancas y rosas de las dos variedades más comunes de la especie. El sabor resulta, como siempre, exquisito, y está muy impregnado de Mediterráneo, de textura peninsular, de los postres que ambiente navideño del año siguiente. Los cómplices son en este caso una corte de insectos, entre los que las abejas destacan especialmente, que se encargan de ayudar a polinizar una por una todas las flores necesarias. En contrapartida equilibrada, la planta les regala néctar para su propia alimentación. ¡Yo te ayudo si tu me ayudas! Confiemos que este año las heladas respeten la valentía y osadía de los almendros andaluces, que huelen a primavera adelantada.

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