La gira de "Bodas de sangre" lleva a un Lorca "atípico" al Teatro Arriaga

Un Lorca "atípico". Con este adjetivo definieron el montaje de Bodas de sangre las cuatro actrices que lo presentaron ayer en Bilbao. Lola Cardona, a la cabeza del cartel, María José Alfonso, Myriam de Maeztu y la bailarina Merche Esmeralda derrocharon pasión en la rueda de prensa para hablar de una obra con la que llevan de gira desde septiembre el pasado año y conla que han recorrido casi toda España. El Teatro Arriaga de Bilbao la pondrá en escena desde hoy hasta el próximo día 17 de enero. El montaje, dirigido por Francisco Suárez, da protagonismo a la palabra en esta historia universal de amor desgarrado y fatal. La escenografía se reduce aquí, según explica Lola Cardona, a "cortinas que caen, una silla que se arrastra y una luz impresionante". En este escenario desnudo cobra toda su fuerza el actor. "Podemos gustar o no pero todos los espectadores han coincidido en que se puede notar la gran pasión que ponemos en el escenario. Los personajes tienen algo que prende, tienen alma", asegura Cardona. Para esta actriz el hecho de que tanto el director del montaje, Francisco Suárez, como el que ha realizado la música, Juan Antonio Suárez, sean de etnia gitana ha sido fundamental a la hora de dar una visión de la obra de Lorca. "No se parece a ningún otro Bodas de sangre. Tiene un toque de distinción, un embrujo, lo que los gitanos dicen "un pellizco", afirma María José Alfonso. "El que Paco sea gitano ha servido para darle ritmo a la función", agrega Myriam de Maeztu. La música suena en directo. "Está perfectamente acoplada al texto y subraya los momentos de mayor intensidad dramática. Hay acordes de la guitarra que te ponen el vello de punta", comenta Cardona. Juan Antonio Suárez realizó la música expresamente para esta tragedia. La luna es una mujer Un papel novedoso en Bodas de sangre es el que interpreta la bailarina Merche Esmeralda. "Es la primera vez que en esta obra de Lorca el personaje de la luna toma cuerpo, se personaliza. Yo soy esa luna que al principio nadie sabe por qué está ahí ni quien es y en el final de la primera parte se la empieza a reconocer. Es una mujer que quiere poseer a los hombres", explica. Para su papel, Merche Esmeralda ha creado una coreografía especial. "Salgo en traje de cola, pero no bailo por seguidillas. Que nadie espere verme dar taconazos. Mi visión de la coreografía es un ritual", explica. Lola Cardona provechó la circunstancia de estar en el Arriaga para permitirse el lujo de ser nostálgica. "Este teatro es muy especial para mi. Mi debú lo hice aquí. Y recuerdo que, cuando se cerró el Arriaga para las obras de remodelación hace más de veinte años, yo intervenía, junto a Paco Rabal e Irene Gutiérrez Caba, en la última representación que se realizó en este escenario antes del cierre", recuerda la actriz.