APETITO PRESIDENCIAL

El presidente del Gobierno, José María Aznar, recordó viejos tiempos cuando el sábado acudió al abulense Mesón del Rastro rememorando aquella época en la que aspiraba a ser diputado cunero por la provincia de Ávila y en la que nadie daba un duro por él, salvo el que fue su padrino político, Feliciano Blázquez, quien, en compañía de su esposa y de Ana Botella, compartieron mesa y mantel en el mismo restaurante donde el que fuera elegido diputado por esta provincia en 1986 comía entonces por 900 pesetas. A diferencia de aquella época en la que prefería tortilla de espárragos, en esta ocasión tomó judías del Barco de Ávila, patatas revolconas, croquetas, chorizo, lomo, solomillo de ternera y lenguado, terminando con bizcocho de crema y todo ello regado por un Pesquera de la Ribera del Duero. Blázquez, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, aseguró que fue una comida entre amigos y que charlaron de "las cosas que le preocupan a él, desde el paro a los problemas sociales, pasando por el terrorismo". Tras dar una vuelta por la ciudad en compañía de los representantes de las instituciones y ver los cambios como la peatonalización de algunas calles, y también las cosas que siguen igual, el matrimonio Aznar se montó en su coche y, conduciendo el propio presidente, partió hacia el palacio de La Moncloa.- ,