La popularidad de El Angliru se cobra su primera víctima

Mucho antes de que se confirme como un infierno para los participantes en la próxima edición de la Vuelta Ciclista a España, El Angliru ya da quebraderos de cabeza. La muerte de una persona el pasado día 31 de diciembre, al precipitarse en su todoterreno por una ladera del puerto, ha obligado a tomar medidas. Esta subida, desconocida para el gran público hasta hace unos meses, es frecuentada por numerosos aficionados, que quieren vencer sus rampas de hasta el 22% antes de que lo hagan José María Jiménez, Fernando Escartín o Marco Pantani, el próximo 12 de septiembre.

"Desde que se anunció que será la etapa reina de la Vuelta a España, esto es un hervidero de gente", explicó al periódico La Nueva España José Antonio Muñiz, alcalde de Riosa, el municipio que organizará el final de etapa. Muñiz señaló también que durante la mayor parte del año, no precisamente en esta época, se puede disfrutar de la belleza paisajística de la zona.

Adoraba el ciclismo

Ni siquiera el temporal que azotó la zona central de Asturias la pasada semana consiguió disuadir a los curiosos. Jesús García García, de 52 años, que adoraba el ciclismo, pagó la imprudencia de asaltar El Angliru el último día de 1998, en una tarde muy fría que había dejado la carretera sembrada de hielo y nieve. Jesús García perdió el control de su vehículo en un tramo con un 18% de desnivel, cerca de la parte más dura de la subida, denominada la Cueña Les Cabres, a dos kilómetros de la cima.

Los residentes en la zona habían advertido de esta repentina popularidad de El Angliru. Hasta el año pasado, la subida sólo era frecuentada por ganaderos y algún montañero conocedor de sus entresijos. Con la inversión de unos 50 millones de pesetas en el asfaltado y señalización de la carretera, en los últimos meses se contabilizaba una media de 20 coches por semana. Desde que el ciclismo le ha lanzado a la fama, El Angliru soporta más de 100 vehículos los sábados y domingos, además de numerosos cicloturistas.

Desde el pasado sábado, el Ayuntamiento del municipio de Riosa sólo permite el acceso de vehículos hasta la curva de Llagos, a unos 6 kilómetros del alto. Hasta el mes de marzo o abril, en función de la meteorología, ese tramo final sólo podrá realizarse a pie. Con la mejoría del tiempo también se acometerán las mejoras comprometidas por el Ayuntamiento de Riosa con los organizadores de la Vuelta, centrados principalmente en el arreglo de alguna curva y la habilitación de la explanada en el alto para instalar la infraestructura del final de etapa.