El líder no dio la talla
El Extremadura perdió el respeto al Mallorca y se llevó los puntos de forma merecida
El líder no dio la talla en Almendralejo. El Real Mallorca perdió su tercer encuentro de la temporada en el Francisco de la Hera y Carlos Roa encajó el séptimo gol de una forma absurda -el meta argentino calculó mal su salida- que certificó la mejor disposición con que el Extremadura, muy necesitado de puntos, afrontó el encuentro.El equipo de Héctor Cúper no estuvo a la altura de las circunstancias y cayó de forma inapelable superado por el ejercicio de empirismo que realizó el hasta ayer colista de la categoría. El Extremadura le aplicó al Mallorca su propia medicina -un gol fue suficiente- para sumar su cuarta victoria.
Un gol infame Para la defensa más segura de Europa sacó del letargo el partido en la primera parte y dejó al líder a los pies del colista. Roa salió a cazar mariposas y bastó la finta del remate fallido de Duré para que el balón se colara con suavidad insultante en la portería isleña. Fue una justa recompensa para el Extremadura, que le tomó la medida a su rival desde el principio, y un castigo en consonancia con los deméritos contraidos hasta ese minuto por el Real Mallorca.
El equipo de Cúper tuvo un arranque muy frío en el Francisco de la Hera. Los jugadores parecían que alargaban las vacaciones y dio la impresión que tanta fiesta seguida había arruinado la concentración de un equipo implacable en su concepción táctica y derroche físico.
Desde luego, éste no era el Mallorca de las últimas jornadas del campeonato. Lento, impreciso y fallón fue presa fácil de un Extremadura que muy pronto aparcó el respeto que le podía infundir el líder. El equipo de Rafa Benítez funcionó con la precisión de un reloj. Copó todas las zonas del campo, defendió con orden y atacó cuando pudo. Hasta el gol de Velamazán el Mallorca había dado señales de vida en ataque en dos ocasiones, en los minutos siete y 17, a través de sendos remates de Stankovic.
Muy poco bagaje para un equipo que encabeza la clasificación y que le sacaba 17 puntos de ventaja a su rival. Quizá pudo influir el pésimo estado del terreno de juego, muy seco y provisto de una hierba corta que hacía imprevisible la dirección en el bote del balón.
Sin espacios
Stankovic y Lauren no encontraron espacios para maniobrar por las bandas y tando Dani como Biagini se perdieron en batallas estériles muy lejos del área. Desde luego el Extremadura situó las acciones donde quería: con ventaja en el marcador y cediendo las urgencias al líder.
El Mallorca tenía que mostrar su casta en la segunda parte para despejar las dudas sobre su verdadera dimensión como equipo. Los interrogantes se habían multiplicado al verle en acción los primeros 45 minutos, pero el cabezazo envenenado de Dani (m. 50), que culminó la primera jugada de ataque elaborada por el equipo balear, se convirtió en una verdadera declaración de principios.
El equipo de Cúper arrinconó al Extremadura en su campo y las oportunidades ante el marco de Gaspercic se sucedieron. Dani estrelló un cabezazo en el larguero (m. 74) y Stankovic (m. 85) no supo marcar ante la salida desesperada del meta belga.
El Mallorca se decidió atacar pero lo hizo tarde y con prisas. Los locales vivieron del gol de Velamazán y no les importó amontonar jugadores en su área. El conjunto mallorquín seguía de vacaciones y no estaba para grandes gestas. Su desidia del inicio del partido le pasó factura y se dejó tres puntos muy importantes, sobre todo, en vísperas de la visita del Real Madrid al Luis Sitjar, el próximo domingo.
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