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La actriz Roseanne lidera la guerra de los programas basura en EE UU

, "La diferencia con El show de Roseanne es que la presentadora es más rara que sus invitados", resume la revista estadounidense Entertainment Weekly de la nueva faceta de Roseanne como moderadora de un desenfadado programa de entrevistas. Humorista, actriz, productora y creadora de una de las comedias más populares de la última década, Roseanne aspira ahora a convertirse en la nueva reina de los coloquios matinales de la televisión estadounidense, cobrando unos 10 millones de dólares (unos 1.420 millones de pesetas) al año por entrevistar, entretener y aconsejar a sus espectadores. Su llegada ha creado la guerra de los coloquios basura, donde Roseanne quiere reinar aprovechando que la monarca indiscutible, Oprah Winfrey, busca una nueva carrera como actriz con el filme Beloved.Con tres matrimonios fallidos y una fama tumultuosa, que incluye el abuso sexual, la violación y la maternidad adolescente, Roseanne pudiera parecer la última persona a la hora de dar consejos. Sin embargo, en su programa está demostrando la misma honestidad que le ganó el afecto con la serie que llevaba su nombre y que vio su final en la temporada de 1996-97.

Según el crítico de televisión Matt Roush, El show de Roseanne es "una celebración de los más bajos instintos de la raza blanca sin falsas disculpas, pero sin llegar tan bajo como Jerry Springer". De hecho, este polémico presentador estadounidense, conocido por provocar peleas en sus programas, fue uno de los primeros invitados de Roseanne, junto a la actriz Whoopi Goldberg o la escritora Terry McMillan. Todos fueron recibidos por una Roseanne con aires de grandeza, bajando al plató desde una majestuosa grúa, antes de bajar sus propios humos en un acogedor escenario donde los entrevistó con una mezcla de actriz que sabe su papel y de persona honesta que quiere brindar su amistad.

Durante la hora de duración de este programa que desde septiembre se emite diariamente, Roseanne ha ofrecido una mayor variedad de temas que sus competidores, hablando de política, economía, asuntos raciales y religión, aunque los cubra de un tinte escandaloso, como el que proporcionó el pase de modelos para quienes tienen el culo gordo. El nuevo espacio con el que Roseanne ha decidido mantenerse en la televisión es uno de los formatos más competitivos, donde su principal rival es la también humorista y actriz Rosie O"Donnell. "Yo soy otro tipo de gorda", bromea Roseanne.

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