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Perejaume pinta un paisaje surrealista de butacas en el techo del Liceo

La platea abrupta. Así titula Perejaume (Sant Pol de Mar, 1957) su proyecto para decorar los ocho plafones del techo de la sala del Liceo y los tres rosetones del arco de proscenio, que ayer fue presentado a los medios de comunicación. El artista mimetiza la realidad del propio teatro copiando en el techo las butacas rojas de terciopelo de la platea plantadas en su surrealista paisaje abrupto de colinas rojizas. Perejaume explicó que para él la sala del teatro "es como la sucesión de estratos geológicos de un paisaje".

Perejaume se impuso por decisión unánime del jurado -presidido por el arquitecto Ignasi de Solà-Morales, responsable de la reconstrucción del teatro, e integrado por el galerista Carles Tatché y los críticos de arte Victòria Combalia, Daniel Giralt-Miracle y Rosa Queralt- sobre los proyectos presentados por los pintores Ferran García Sevilla y Frederic Amat. Xavier Grau, el cuarto pintor seleccionado para participar en el concurso restringido convocado por el Liceo para decorar el teatro, renunció el pasado 1 de diciembre a presentar su proyecto alegando falta de tiempo para realizarlo. Sobre el proyecto de Perejaume, el jurado valoró en su veredicto el "estudio profundo y preciso del lugar" en el que deben ubicarse las pinturas, "la fuerte interiorización de lo que significa el Liceo, la manera de intervenir y transformar el espacio y el cromatismo que establece un potente contraste entre el rojo aterciopelado y el dorado de las molduras ". Discos luminosos Perejaume, declarado amante de la ópera y seguidor habitual desde hace dos décadas de las temporadas líricas del Liceo, ha elaborado un detallado proyecto en el que explica en un libro, del que el Liceo quiere hacer una edición de bibliófilo, su concepto del teatro y cómo llega a las soluciones que aplicará en la decoración de los plafones del techo y los rosetones del arco de proscenio. "Son soluciones siempre abiertas, pero la concepción es la de entender las pinturas del techo como un enorme faro del que sobresalen ocho discos luminosos, los ocho plafones". Perejaume incorpora a sus pinturas la memoria del propio teatro. En las del techo mimetiza la platea reproduciendo las butacas rojas aterciopelado plantadas como si de vides se tratara sobre un paisaje surrealista sinuoso de colinas teñidas de rojo. "La propia disposición física de la sala del teatro, con las diferentes plantas una sobre otra, como si de estratos geológicos se trataran, me recuerda un paisaje pirenaico y es ese paisaje el que junto con el propio teatro me ha inspirado", explicó ayer el artista. El concepto "abrupto" que ha dado forma al proyecto de Perejaume no sólo hace referencia de forma conceptual al paisaje físico de la sala del Liceo, sino también a su memoria como teatro, con los dos incendios, 1861 y 1994, y la bomba que un anarquista tiró en platea en 1893. "Porque el Liceo", dijo el artista, "no es sólo lo que vemos sino todo lo que ha sido en el pasado". En los tres rosetones del arco de proscenio, Perejaume sigue la idea de convertirlos en espejos en los que se refleje la platea. Aquí, el paisaje es llano con un horizonte azul y con las filas de butacas vistas de frente entre el alfombrado pasillo central. "De las tres pinturas originarias, sólo recupero la del rosetón central, con una escena de La walkiria, de Wagner. Han desaparecido las citaciones a Massenet y Verdi", explicó el artista, quien definió esta parte del trabajo como "un diálogo entre el marco pictórico y la escena". Ferran García Sevilla presentó un proyecto titulado Aurora en el que proponía decorar los plafones con unas composiciones de formas y colores de pintura automática y gestual. Freredic Amat, por su parte, proponía una serie de estilizaciones de los atributos simbólicos de las musas, presidida por Euterpe, la musa de la música, en los rosetones de proscenio.

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