Información de pago

El Ayuntamiento de Barcelona ha realizado un verdadero esfuerzo informativo sobre las obras que realiza en la ciudad y que suponen, para los vecinos, no pocos inconvenientes en formas de desvíos y cortes. Uno de los mecanismos empleados para comunicarse con el ciudadano es el folleto que se pega en los portales de las zonas afectadas. En la mayor parte de los casos son unos papeles amarillo chillón que se hacen ver. Un texto añade: "Para cualquier información, llame al teléfono: información general ciudadana Ayuntamiento de Barcelona 010 (*)". Y si uno busca el asterisco encuentra, con letra no ya pequeña sino diminuta, la siguiente frase: "El precio de la llamada es de 91,20 pesetas/3 minutos". Esta es la queja del lector: tiene que pagar para recibir información suplementaria que no siempre se halla incluida en el folleto. Un portavoz municipal reconoce el hecho, pero rechaza que se trate de una queja fundada. La prueba, aduce, es que diariamente utiliza el servicio del 010 una media de 13.500 personas. Esto demuestra que no se trata de un servicio caro. De hecho, añade, el Ayuntamiento no lo tiene planteado como un negocio. Más aún, el portavoz asegura que los ciudadanos tienen una cantidad considerable de medios para informarse sin pagar nada, desde el folleto que sirve de base a la queja hasta la información que puede encontrar en la sede del distrito, ya sea en persona o también por teléfono. "Además de todo eso, el ciudadano tiene el 010, donde por un precio módico puede ampliar la información cómodamente". El lector discrepa de la explicación municipal porque, precisa, el número de teléfono al que se remite desde el folleto no es el del distrito, sino el de pago. Por el mismo precio se podrían indicar los dos números o poner sólo el del distrito, pero el responsable del papel ha optado sólo por uno de ellos y por el que supone un costo disuasorio para el ciudadano. Y sigue: no se trata de que sea cara o barata, la información municipal en casos como éste que significan una alteración de los ritmos y usos de los barceloneses, tiene que ser mucha y gratis. El lector añade que es una pena que el esfuerzo informativo realizado se haya quedado "no diría a la mitad, pero evidentemente corto".Obras de cobertura de la Ronda del Mig.

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