Los partidos de Lizarra dicen que Aznar "obstaculiza" la paz con la dispersión

Los partidos convocantes de una manifestación el 9 de enero en favor de los presos etarras califican de "provocación calculada" y de medida de carácter "político" el mantenimiento de su dispersión. El PNV, HB, EA, IU, AB, Batzarre y Zutik, cuyos representantes presentaron el jueves esa concentración por el traslado de los reclusos a Euskadi y la excarcelación de los que han cumplido las tres cuartas partes de sus condenas, creen que el objetivo del Gobierno es "obstaculizar un proceso normalizado hacia la paz definitiva".

Representantes de las formaciones que firmaron el Acuerdo de Lizarra (Estella) presentaron el jueves, en Bilbao, un manifiesto de crítica de la política penitenciaria del Gobierno español y el francés con los reclusos etarras. A juicio de los convocantes de la marcha, el "desplazamiento" de 21 presos de ETA a cárceles del Sur y el Este de la Península -Domingo Troitiño, Txomin; Jesús María Ormaetxea y Estanislao Etxaburu llegaron en Nochebuena a la de Granada- "supone un desprecio a la voluntad mayoritaria de la sociedad de Euskal Herria".Los partidos hacen un llamamiento expreso a todos los agentes sociales para que se adhieran a una convocatoria que, bajo el lema en euskera Por los derechos de los presos vascos, se convertirá previsiblemente en una de las manifestaciones más multitudinarias de los últimos años. En el manifiesto, las formaciones firmantes recuerdan los diferentes acuerdos adoptados tanto por el Parlamento vasco como por la Cámara navarra, así como los pronunciamientos de ayuntamientos de ambas comunidades a iniciativa de la asociación de familiares de presos etarras, Senideak.

"Si desde el punto de vista de los derechos humanos era y es inaplazable la exigencia del fin de la política de dispersión de los presos vascos, en el nuevo contexto persistir en ello sólo puede ser entendido como una provocación calculada desde la Administración de ambos Estados para obstaculizar un proceso de normalización hacia la paz definitiva", señala el texto leído el jueves por el líder de HB, Arnaldo Otegi, y el portavoz del PNV, Joseba Egibar.

En el momento histórico que vive Euskadi, los firmantes abogan por contribuir entre todos a "crear un clima social propicio" y se comprometen a "desterrar las expresiones de sufrimiento".

Tras la exposición primera, el manifiesto finaliza con cinco puntos en los que se pide el acercamiento de los reclusos vascos, la excarcelación de los que hayan cumplido tres cuartas partes de la condena -más de un centenar- y la libertad condicional para los enfermos incurables. Se constata asimismo que el Gobierno español y el francés han "desoído sistemáticamente las exigencias formuladas por las instituciones vascas". Pero, sobre todo, se subraya el carácter "político" de la dispersión.

La situación tras la tregua ha evidenciado "la calificación y clasificación política que de los presos" mantienen ambos Gobiernos al considerar la dispersión y el alejamiento "reconducibles" según los pasos que dé ETA, se afirma; "no han sido, pues, criterios de legalidad, sino políticos los que han guiado la política penitenciaria".