Las familias del PSPV aparcan sus disputas y cierran filas para afrontar la campaña electoral

Las distintas familias del socialismo valenciano aparcaron ayer sus disputas y acordaron una tregua hasta después de las próximas elecciones municipales y autonómicas. El comité nacional del PSPV -máximo órgano entre congresos- aprobó por asentimiento todos los puntos del orden del día, entre los que figuraba el informe del secretario general, Joan Romero, y la propuesta de selección de las personas que integrarán las candidaturas electorales. Romero pidió corresponsabilidad, cohesión y compromiso con la ciudadanía. Los críticos le dieron un apoyo condicionado.

El secretario general del PSPV, Joan Romero, presentó un informe de gestión en clave preelectoral con duras críticas al Partido Popular de Eduardo Zaplana y sólo al final de su intervención se centró en el principal lastre que tiene su partido para despegar electoralmente: las discrepancias internas. Romero afirmó: "Tenemos necesidad de trazar un punto y aparte para demostrar a los ciudadanos que estamos dispuestos a hablar de sus problemas y no de los nuestros". "Debemos asumir un principio, la corresponsabilidad pública de todos los socialistas en los resultados electorales; un reto, la cohesión interna; y un compromiso, con los ciudadanos y con este país", prosiguió Romero, que hizo una llamada: "Recuperar la confianza del electorado, en nosotros mismos y entre nosotros". Las respuestas a la demanda formulada por Romero al comité nacional fueron claras. El dirigente de la corriente Izquierda Socialista Vicent Garcés expresó su sorpresa porque los lermistas que firmaron la moción de censura contra el secretario general ahora estuviesen a su lado pero se comprometió a "cerrar el debate para reabrirlo después de las elecciones". Los seguidores del ex ministro Antoni Asunción, que no disimularon su malestar por no lograr arrancar a Romero ni una mínima concesión formal ante el comité nacional, a través de uno de sus representantes advirtieron: "Hoy se debe empezar un punto y aparte, pero la corresponsabilidad es fruto de un consenso amplio y continuado. A ver si por consensuar con la sociedad deja [el secretario del PSPV] de hacerlo con nosotros, y eso sí es peligroso". Los aliados del secretario federal de Organización, Ciprià Ciscar, también optaron por conceder un apoyo crítico a Joan Romero, aunque no le escatimaron reproches a él y al secretario de Organización de la federación, Joan Ignasi Pla. Romero agradeció las intervenciones de todos y se felicitó por la voluntad de las distintas familias del PSPV de cohesionarse para afrontar la próxima campaña electoral. Sin embargo, en respuesta a parte de las críticas recibidas, Romero dejó claro que él pretende liderar un partido de centro-izquierda y apostar por un modelo de "liderazgo dialogante, pero liderazgo". El comité nacional del PSPV aprobó, junto al informe del secretario general, el documento político con Nova Esquerra -que ayer también lo ratificó en su Consell Nacional-, la declaración ética que firmarán todos los cargos electos socialistas y la composición del consejo político de la mujer. Los criterios de confección de las candidaturas, que eran el elemento utilizado para la polémica, no fueron objeto de discusión.