Pavos para el banquete de Navidad
Cuando se acercaba la Navidad, las historietas de vendedores de pavos vivos eran recurrentes, entrañables, en los tebeos de los años cuarenta y cincuenta, y en el TBO por antonomasia, más. La moderna sociedad de consumo ha arrumbado sin contemplaciones este cuadro pastoril hasta dejarlo en un rincón de la memoria de los mayores. Sin embargo, todos los años por estas fechas, fieles a la tradición, se instalan dos puestos de pavos y de animales vivos, como patos y cabritos, ante el parque de la Ciutadella de Barcelona para que todo aquel que quiera celebrar la Navidad como se hacía tradicionalmente, pueda hacerlo. Pero las nuevas generaciones, que ya no se atreven o no saben matar un animal, van recortando, año tras año, el futuro de este comercio tradicional.
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