Cócteles
DE PASADAEn los cócteles abundan los misterios. Por varias razones. Engordan un montón y, sin embargo, una sale muerta de hambre. El Partido Popular de Andalucía organizó ayer un agasajo navideño para periodistas y parlamentarios, que dilapidaron sonrisas recíprocas todo el rato, mientras picoteaban aquí y acullá. Entre el amplio muestrario de parabienes, risas e insólitas cercanías asombró la de la extraña pareja formada por Juan Ojeda y Manuel Atencia, que se contradicen hasta en el color de las corbatas. Extraña porque en los últimos tiempos se juntan menos que Chaves y Arenas, que ya se juntan bien poco. Ayer, sin embargo, imbuidos de ese cordial espíritu navideño que nos invade por doquier desde que Bill Clinton envió su felicitación navideña por mensajería urgente a su colega Hussein, Ojeda y Atencia se aproximaron como si tal, como si pelillos a la mar, que lo importante es el viaje al centro del partido. Milagros de la Navidad. Los cócteles tienen sus reglas. La norma elemental es conocer a todo el mundo. Y si no, disimularlo. Ante todo, debe evitarse el pánico escénico si uno se queda solo, con una copa en la mano y sin un rostro familiar del que colgarse. Justo lo contrario de lo que practicó ayer una, atenazada por el terror ante la multitud de cargos del PP (dicho sea sin ánimo alguno: era su fiesta), que saludaban a diestro y siniestro. La mayoría de la gente, sin embargo, sabe codearse. Por allí pululaban ejemplos múltiples. Entre los políticos, que de codearse saben un rato, impartían lecciones de protocóctel Antonio Sanz (secretario del grupo parlamentario del PP y -juraría por su corbata- fan del toro de Osborne), Carmen Martínez de Sola y Coelho de Portugal (me quedo sin líneas para la experta en temas agrícolas del PP) y José Luis Sanz, consejero de la RTVA por el susodicho partido que obsequiaba con el cóctel, también aficionado al toro de marras. Qué faena: ir a una fiesta y que te repitan la corbata. Al gremio periodístico tampoco se le da mal esa sublimación del encontronazo al que invitan actos similares. Siempre hay una bandeja con primicias circulando entre canapés. O lo parece. Y luego están los viejos amigos de hace tantísimos años que no te veo, como le ocurrió a Juan Tortosa, recién nombrado delegado de CNN+ en Andalucía, que ayer se reencontró con algunos.
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