FERNANDO SAVATER FILÓSOFO "Setién comparte las ideas de quienes practican la violencia"
El filósofo Fernando Savater (San Sebastián, 1947) estuvo en Granada para pronunciar, ante un abarrotado auditorio, una apasionada conferencia sobre el escritor británico Lewis Carroll. Este año se cumple el primer centenario de la muerte del autor de Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo, de quien Savater alabó su habilidad para "explorar las paranoias y desvaríos que amenazan la cordura moderna". El título de su intervención estuvo acorde con la personalidad del escritor: Un loco muy razonable. Pregunta. ¿Cuál es límite entre la locura y la cordura? Respuesta. Los propios miedos de la sociedad. Hay comportamientos que la sociedad ve como amenazadores o temibles y todo ello contribuye inmediatamente a la locura y, por otra parte, el dolor de la persona. Hay desvíos de la normalidad que pueden causar placer al lector de un texto y, en cambio, a su autor lo están destrozando. P. ¿Qué opina de las declaraciones del obispo de San Sebastián, José María Setién, que cataloga a los etarras encarcelados de presos políticos? R. Las opiniones de Setién son las de un ciudadano más, racionalista, claramente implicado con el nacionalismo. El error es tomar a Setién como un personaje neutral, como árbitro. Él no es pardiario de la violencia, pero comparte las ideas de los que la practican. P. ¿Desembocará la tregua de ETA en una paz duradera? R. Todos nos alegramos mucho de la tregua, sobre todo los que podemos salir más beneficiados de que no haya amenazas. Lo que quisiéramos es que fuera real, porque todavía vemos que hay un terrorismo de baja intensidad, que es una forma de prolongar a bajo coste la amenaza terrorista. Paz en el País Vasco no quiere decir otra cosa que ETA deje de matar. La paz política se consiguió hace 20 años con la Constitución. Lo que me parecería mal es que nos sintiéramos con la obligación de pagar algo a cambio del abandono de las armas. P. ¿Cree que la Constitución necesita una reforma? R. No la veo como urgente o necesaria. Sería difícil reunir otra vez un consenso como el que le dio origen. Si la mayoría lo quiere me parece muy bien. De lo que hay que estar seguros es de que existe una demanda real, no un capricho o amenaza. P. ¿Qué le parece el intento de politización del asesinato de Aitor Zabaleta? R. Hay fanáticos y neuróticos de la patria, de un sentido y de otro, a los que hay que combatir. Si entendemos que aquel que mata por una razón política se convierte en un preso político cuando lo detiene la policía, entonces el asesino de Zabaleta también lo es, porque lo mató porque era vasco o por otra locura que le dio. Tenemos que distinguir que en democracia los motivos políticos son los peores
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