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Reportaje:

Atrapados ante el muro de Europa

Encerrados entre rejas sin ninguna condena. Unos 40 niños y 200 hombres y mujeres, la mayoría albaneses de Kosovo, permanecen detenidos en el centro de refugiados de Györ, en Hungría, a 30 kilómetros de la frontera austriaca, sin posibilidad siquiera de salir a respirar aire libre a un patio. Aislados del mundo exterior, esperan con pocas esperanzas la respuesta a sus solicitudes de asilo: Hungría suele acceder sólo a un 3% de las peticiones. La ley, además, no limita el tiempo de cautiverio.Muchos de los detenidos han sido devueltos por las autoridades austriacas después de un intento frustrado de entrar en este país. Su caso es moneda corriente. Desde que Austria se sumó al Convenio de Schengen en abril de 1995, levantó un muro contra la inmigración y aplica una política restrictiva de asilo.

Además, más de la mitad de los extranjeros que entran clandestinamente a Austria llegan a través de Hungría y son sistemáticamente devueltos a este país. Hungría se prepara ahora para endurecer también su legislación anti-inmigración. El Parlamento en Budapest debatirá esta semana una ley antimafia propuesta por el Gobierno, que, con la excusa de combatir la criminalidad organizada, permite la detención por tiempo ilimitado de todos los "inmigrantes ilegales", sin distinguir entre refugiados políticos o adultos y niños.

De aprobarse esta ley, se legalizarían situaciones como la que ahora padecen los refugiados kosovares. Según explica Ferenc Köszeg, director del Comité de Helsinki para Derechos Humanos en Budapest, estos refugiados deben compartir habitaciones minúsculas entre 10 personas, y las condiciones higiénicas dejan mucho que desear. Como el centro se encuentra en medio de un área militar, los soldados fronterizos no permiten a los refugiados salir al patio abierto, argumentando que sería un alto riesgo de seguridad.

En su publicación del 19 de noviembre, el Comité de la ONU contra la Tortura reflejó los malos tratos que reciben los refugiados en Hungría. Y ya en mayo, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) criticó las normas húngaras de asilo. "Hemos tenido casos de solicitantes de asilo arrestados durante dos años", dice Köszeg.

Varias organizaciones de derechos humanos húngaras presentarán hoy una denuncia contra el centro de de Kiskunhala, cerca de la frontera yugoslava. También allí están recluidos niños (en contra de la Convención de Derechos del Niño), ancianos o mujeres embarazadas, en tremendas condiciones de injusticia.

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