El trazado de una línea de alta tensión enfrenta a municipios de La Ribera y La Safor con Iberdrola Las poblaciones de Simat, Benifairó y Tavernes de la Valldigna se oponen "a la contaminación"
La última propuesta de Iberdrola de construir una línea de alta tensión entre Villanueva de Castellón y Gandia ha abierto viejas heridas entre las poblaciones de La Ribera y La Safor afectadas por el nuevo trazado eléctrico. Esta red pretende solucionar el déficit de suministro eléctrico que sufre buena parte de La Safor desde hace ocho años. La última alternativa de la empresa eléctrica ha encontrado un primer escollo en los municipios de Simat, Benifairó y Tavernes de la Valldigna, que se oponen al trazado por entender que causará un "grave impacto medioambiental y visual" en la zona.
La línea transportará, en una primera fase, un doble circuito de 132 kilovoltios, aunque está preparada para conducir dos nuevos cables de alta tensión. Sin embargo, a juicio de los vecinos de Simat, Benifairó y Tavernes de la Valldigna, el trazado eléctrico tal y como está pensado provocará un fuerte impacto medioambiental en esta zona. La polémica, sin embargo, no es nueva. En 1991, Iberdrola presentó una primera iniciativa para crear una línea de alta tensión que reforzara sus infraestructuras en el sur de la provincia de Valencia. La red partía de Villanueva de Castellón y, en su último tramo, atravesaba los parajes del Montdúver y Marxuquera, entre los términos de Barx y Gandia. En 1995, Medio Ambiente desestimó el trazado por considerarlo incompatible con el valor ecológico, geológico y arqueológico de esta zona, en la que se encuentra el importante yacimiento de la Cova del Parpalló. La empresa eléctrica buscó entonces una segunda alternativa que mantenía su origen en Villanueva de Castellón pero, al llegar a Barxeta, se desviaba por La Valldigna. Iberdrola trasladaba la línea de alta tensión, y con ella la polémica, al corazón del valle, entre los términos de Simat y Benifairó, hasta conectar por el corredor litoral con la capital de la Safor. Asociaciones cívicas, culturales y ecológicas de Simat, Benifairó y Tavernes se unieron en la Coordinadora contra la línea de alta tensión que, desde entonces, ha encabezado la campaña de oposición al paso del trazado por La Valldigna. El movimiento en contra del tendido eléctrico volvió a reavivarse hace un mes, cuando la empresa presentó su último proyecto en la Consejería de Industria. Por esta zona discurren ya dos redes de electricidad, una de 132 kilovoltios procedente de Alzira y que conecta con Gandia, y otra de 66 kilovoltios hasta la subestación de Tavernes. 47 torres metálicas Iberdrola pretende instalar 47 nuevas torres metálicas, con una altura de 40 metros y once metros cuadrados de anchura, en los 17 kilómetros del trazado que discurrirá por La Valldigna. Jesús Ferrando, representante de los tres municipios afectados, denuncia que la nueva conducción eléctrica causará un "grave impacto visual y mediambiental". Y añade que la empresa no ha incluido la eliminación de los actuales postes de 132 y 66 kilovoltios en un paraje -recuerda Ferrando- que ha sido ensalzado por el propio presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y miembros del Consell como "símbolo del pueblo valenciano", durante los actos institucionales conmemorativos del 700 aniversario de la fundación del Monasterio de Santa María de la Valldigna, ubicado en Simat. "La Generalitat no puede hablar de preservar esta zona y permitir después que se construyan torres de 40 metros junto al monumento", afirma. Eugenio Pérez, alcalde del PP en Tavernes de la Valldigna, insta a la Consejería de Medio Ambiente a que aplique la misma filosofía que le llevó en 1995 a desestimar el trazado por Barx y Marxuquera por su valor medioambiental y arqueológico. La nueva línea pasará cerca de la Cova del Bolomor, un importante yacimiento prehistórico ubicado en Tavernes. Los Ayuntamientos de La Ribera, afectados por el trazado, también han anunciado su oposición a la línea de alta tensión. Las dos comarcas no descartan iniciar movilizaciones. De momento, la propuesta de Iberdrola se encuentra en exposición pública en Industria a la espera de recibir las alegaciones correspondiente y un informe de impacto de Medio Ambiente.
Una alternativa mixta
A pesar de la aparente falta de entendimiento entre Iberdrola y los municipios por el trazado de la alta tensión, ambas partes parecen coincidir en que es necesario reforzar el suministro eléctrico que afecta, sobre todo, a las poblaciones del sur de La Safor. Los Ayuntamientos de Simat, Benifairó y Tavernes de la Valldigna rechazan el proyecto de la empresa, pero están dispuestos a ceder y han encargado la elaboración de un informe técnico que presenta una "alternativa mixta". La alternativa consiste en construir una parte aérea y soterrar parte del la línea, con la intención de lograr reducir el impacto visual que tendría el tendido eléctrico. Se trata de soterrar seis de los 17 kilómetros que discurrirán por La Valldigna, a través de caminos rurales, mediante una tecnología avanzada y compatible con el medio natural. Sin embargo, fuentes de la compañía eléctrica no ven viable esta propuesta y lamentan que desde que presentaron el primer trazado, el proyecto se haya encarecido 200 millones, pasando de un coste inicial de 500 a 700 millones de pesetas. La compañía también considera que su última alternativa es "razonable". Según las citadas fuentes, soterrar los cables causaría problemas en el mantenimiento y explotación en la línea. Pero, además, la compañía añade otro factor importante de riesgo: el tiempo. Los plazos de la empresa se proponen tener la nueva red lista para el próximo verano. La tercera vía, la de soterrar parte del tendido, retrasaría considerablemente las obras, amén de necarecer aún más el proyecto.
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