"El estrés de cuidar a un anciano puede desembocar en el maltrato"

María Teresa Bazo (Cascante, Navarra, 1945) es una mujer apasionada que se crece ante las dificultades. Si no fuera así, esta profesora titular de Sociología de la UPV habría abandonado muchas de sus investigaciones, porque la mayor parte de las veces ha tenido que empezar desde la nada. Bazo se ha especializado en la tercera edad, "en diferentes aspectos de la vejez y en las implicaciones socioeconómicas del envejecimiento de la población", precisa. Cuando se decidió por esta especialización casi nadie en España investigaba el asunto y sus colegas de carrera esbozaron una media sonrisa pensando en algo "semicaritativo, en lo peyorativo del término", recuerda. Ahora se ha embarcado en un nuevo imposible: una investigación sobre los malos tratos en la tercera edad. No hay un sólo estudio en España sobre la cuestión. El suyo, cuando lo dé por finalizado en tres años, será el primero que analizará un tema oscurecido y escondido en el entramado familiar. Para realizarlo cuenta con una ayuda del Ministerio de Educación y su increíble capacidad para cerrar los ojos ante la palabra no. Pregunta. ¿Por qué le interesó la vejez como especialización? Respuesta. Cuando empecé a trabajar en esto, se habían jubilado mis padres y vi dos formas diferentes de enfrentar el hecho, la de mi padre y la de mi madre, que también había trabajado, y me pregunté qué pasaría con el futuro de las mujeres que cada vez iban a trabajar más. Y si jubilación y vejez podían tener un significado distinto, según el sexo. Me encontré con que no había investigaciones hechas y eso hizo que lo viera como un reto más atractivo. P. ¿Cuándo comienza la tercera edad? R. La construcción de la vejez es una construcción social, lo mismo que la de la infancia. ¿Hasta cuándo llega nuestra infancia, los 16, los 18? Los niños que trabajan con seis años, ¿son niños o adultos? Antes una persona anciana era alguien dependiente, que no tenía ningún recurso cuando dejaba de trabajar. Ahora, el sistema público provee de pensiones a quien lo necesita. La jubilación ya no puede marcar lo que es la vejez; sólo es una retirada del mercado de trabajo. P. ¿Hay unas características específicas de la vejez según el país o la zona? R. Las características de las personas mayores en el mundo occidental son muy parecidas entre un país y otro, en cuanto a niveles de salud, apariencia física, deseos de actividad, y a la voluntad de que la sociedad cuente con ellos. P. ¿Quién se ocupa de las personas mayores? R. La mujer ha sido siempre la tradicional cuidadora de ancianos, discapacitados, de los hijos con enfermedades... debido a su especialización como esposa y madre. Pero avanzamos muy rápidamente a un mundo distinto. Hay un cambio importante en el estatus de las mujeres, que es cultural, económico, de valores, de ideas... P. ¿Qué puede suceder con este cambio? R. Hoy las personas viven más que nunca y además en mejores condiciones de salud que nunca. Como cada vez hay más personas mayores y, además, muy mayores, el volumen de personas que necesitarán cuidados será cada vez más grande. P. ¿Cómo decidió investigar la cuestión de los malos tratos? R. Porque trabajé en otro tema en el que tampoco había ninguna investigación en España: los cuidados en familia de las personas ancianas frágiles. Entonces descubrí la soledad en la que se encontraban las personas cuidadoras. La sensación de abandono que sentían por parte de los servicios sociales y sanitarios. Y los sentimientos de culpabilidad que se generaban al tener que atender de los ancianos, prisioneras entre sus deberes como madres y esposas, e hija. Producía sentimientos de depresión que podían llegar a enfermedades físicas. A partir de ahí fui un poco más allá y descubrí algún caso en que la situación de estrés que podía llevar a un maltrato. Empecé a buscar y me di cuenta de que no había nada publicado en España. P. Cuidar de un anciano se convierte, entonces, en una condena para los familiares. R. Si no fuera por las familias qué pasaría de tantísimos de ancianos con necesidades. La falta de medios, de apoyo y recursos de los servicios sociales, que en nuestro país están muy por debajo de la media de Europa, hace que esas personas cuidadoras se encuentren solas y a veces no puedan superar la tensión de atender a un anciano. Pero aquí no se puede actuar igual que en el caso del maltrato doméstico a mujeres. No se trata de castigar a los maltratadores porque muchas veces también son víctimas del abandono de las instituciones. Además, hay muchos ancianos que no van a denunciar por miedo a que les lleven a una residencia. Las casas de acogida, que con las mujeres están funcionando muy bien, aquí no tienen sentido. P. ¿Qué características tiene el maltrato a la tercera edad? R. Entre los ancianos, es la anciana la que suele sufrir malos tratos. En muchos casos los maltratadores habían sufrido abusos en su infancia. ¿Un anciano maltratado ha sido maltratador? No siempre. Pero en algunos casos sí se entiende que la violencia se aprende en familia. Hay pocos estudios y no acaban de ser concluyentes. Es un problema minoritario, por fortuna, pero no por ello hay que cruzarse de brazos.Son gente que sufre en silencio.