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EL PROCESO DE PAZ

Martiarena: "Los escoltas del PP son hoy innecesarios"

El consejero de Interior exige a HB que frene las amenazas y ataques de sus simpatizantes

Hoy se cumple el plazo fijado por el departamento vasco de Interior para retirar la escolta personal a la mayoría de los 30 concejales y cargos del PP vasco que aún la mantienen. Pese a la reaparición de amenazas y actos de coacción contra miembros de ese partido, el consejero de Interior en funciones, José Manuel Martiarena, que sustituyó a finales de noviembre a Juan María Atutxa, sostiene que actualmente no hay riesgo para sus vidas y mantiene la decisión.

José Manuel Martiarena será consejero en funciones por poco más de un mes, el tiempo que Juan José Ibarretxe tarde en formar Gobierno tras su investidura, prevista para el día 29. Aún así, el hombre que ha trabajado a la sombra de Juan María Atutxa durante ocho años y a quien José Antonio Ardanza ha querido reconocer su labor permitiéndole retirarse con el rango de consejero, no ha querido paralizar una decisión tomada inmediatamente después de las elecciones: a partir de mañana, sólo unos pocos cargos del PP -los que a esa condición añaden otras circunstancias de riesgo y cuyo número e identidad no quiere precisar- seguirán contando con la protección directa de la escolta de la Ertzaintza que tenían desde hace un año. "Ni siquiera deberíamos estar hablando en público de estas cosas, y yo lo estoy haciendo absolutamente forzado, por las acusaciones públicas que se nos hacen y porque no hay aún un debate operativo [con el Ministerio del Interior], donde yo pueda ir a exponer estas cuestiones, como hemos hecho siempre", se lamenta Martiarena en una entrevista concedida a EL PAÍS."La retirada de los escoltas no significa", defiende el consejero frente a las acusaciones vertidas por los populares en las últimas fechas, "que se deje a los miembros del PP sin seguridad y queden a partir de ahora exactamente igual que cualquier ciudadano". "Sólo se les quita el escolta, porque en estos momentos se considera innecesario, pero hay otras muchas formas de cuidar de la seguridad de una persona". Las patrullas de la Ertzaintza seguirán manteniendo una atención especial sobre sus domicilios, lugares de trabajo, entradas y salidas, y movimientos más cotidianos, asegura.

José Manuel Martiarena se duele de las críticas de desapego e insensibilidad recibidas, y de las sugerencias de que, si los amenazados fueran cargos de su partido, el PNV, estaría actuando de otra manera. "Ésas son acusaciones falsas y gratuitas, juicios de intenciones en una polémica en la que, de la parte, la retirada del escolta personal, se quiere hacer el todo, la ausencia de seguridad". "Eso me duele, porque durante ocho años no he faltado a un funeral, haya sido de quien haya sido, he compartido el sufrimiento y, desde luego, hemos trabajado sin distingos". A este respecto, Martiarena recuerda los ataques y concentraciones ante domicilios, sedes y propiedades de miembros del PNV, equiparables, a su juicio, a los que ahora sufren los miembros del PP. "No se les puso un escolta, aunque sí se tomaron medidas de otro tipo, como las que ahora mantendremos también para ellos". "Los profesionales saben", añade, "que el guardaespaldas es un tipo de seguridad apropiada para unas situaciones, pero que no evita otras, como que a uno le coloquen pasquines con su foto por las calles o se concentren delante de su domicilio o le quemen la puerta de su casa de madrugada". El escolta, dice, no habría estado allí en cualquier caso.

Reconoce no tener la plena seguridad de que ETA no vaya a romper su tregua y lo pueda hacer sin previo aviso y con un atentado; pero en su cálculo de probabilidades, ésa es una muy remota. "Si lo hacen, lo anunciarán. Nos daría tiempo a retomar las medidas necesarias", afirma. El recrudecimiento de la lucha callejera y del acoso a los populares en las últimas fechas no puede tomarse, en opinión de Martiarena, como una ruptura, siquiera parcial, de la tregua de ETA. "ETA no pone pasquines ni "petardos hechos con pólvora negra y materiales comprados en la droguería". De la continuación de este otro tipo de episodios responsabiliza directamente a Herri Batasuna y Euskal Herritarrok. "Ellos deberían hacer un pronunciamiento público, como referente político que son de los autores de estas acciones, para pararlos. Tienen la autoridad y los medios para logralo", sostiene. Frente a la afirmación del líder de HB, Arnaldo Otegi, quien señaló que la mejor escolta para el PP sería reivindicar los derechos de los presos de ETA, Martiarena responde: "La mejor escolta para el PP sería que Otegi dijera a quienes siguen trabajando con métodos antidemocráticos, y hasta ilegales, que eso se ha acabado".

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