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El Gobierno garantizara la protección del PP vasco con agentes y más seguridad privada

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, aseguró ayer que "el Gobierno asumirá su responsabilidad" si la Consejería de In tenor del Ejecutivo vasco hace hoy efectiva la retirada de la mayoría de los escoltas de la Ertzaintza que están protegiendo a concejales del Partido Popular. "Es un disparate quitar protección a las personas que hoy la tienen porque haya una situación de tregua", advirtió Mayor Oreja en réplica a la decisión del consejero vasco de Interior en funciones, José Manuel Martiarena, de retirar hoy los escoltas.

Un portavoz del Ministerio del Interior precisó a este diario que la actitud del Gobierno consiste en esperar, primero, a ver en cuántos y en qué casos se produce una efectiva retirada de las medidas de protección que presta la Ertzaintza. Después, estudiará el modo de combinar efectivos de la Policía Nacional, Guardia Civil y compañías de seguridad privada para garantizar la protección a los cargos públicos del PP que soliciten la ayuda del Ministerio del Interior.

Mayor Oreja, que ayer acudió a Huesca para asistir a un acto del PP, aseguró que el Gobierno no va a dejar desprotegidos a los concejales populares que disponían hasta ahora de escolta de la policía vasca, si bien no quiso concretar qué tipo de medidas va a adoptar para protegerles.

"No podemos bajar la guardia ni desmovilizar la seguridad. Estamos a la espera de acontecimientos que deriven de una decisión del Gobierno vasco en ese sentido y es evidente que el Gobierno asumirá entonces, estén seguros, su responsabilidad", dijo a los periodistas.

"No nos dejan vivir"

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Muchos concejales del PP vasco se pasearán hoy por primera vez desde hace meses sin escolta de la policía autónoma y serán guardaespaldas de compañías privadas quienes velen por su tranquilidad. Los cargos públicos del Partido. Popular coinciden en que quieren volver a ser "ciudadanos normales", pero no al precio de sentirse indefensos ante al riesgo de una agresión, de ser insultados o de encontrarse en e felpudo de entrada a su casa una rata muerta. "Hasta ahora teníamos claro que nos podían matar; ahora no nos van a dejar vivir", se lamentaba ayer María José Usandizaga, concejala del Ayuntamiento de San Sebastián y parlamentaria autonómica del PP.

Carmen Nagel, otra edil del Ayuntamiento donostiarra, elogia la profesionalidad de los ertzainas que la han protegido en los últimos meses, a la vez que confiesa que aún le da miedo entrar en la parte vieja de San Sebastián. "Por ahora no creo que lo pueda hacer sola, porque no voy tranquila. Para determinados actos que tengo programados para este mes pediré a alguien que me acompañe", reconocía hace pocos días. Su compañera de escaño en el Parlamento vasco María Eugenia García Rico añadía esta triste confesión: "Yo seré feliz el día que pueda pasear por, las calles de mi pueblo sin problemas, sin tener que mirar a un lado y a otro de la calle".

Ese temor, alimentado por la reanudación de las amenazas que se han producido en los últimos días, ha llevado al presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgaiz, a expresar su indignación con el consejero vasco de Interior en funciones, José Manuel Martiarena, por defender la retirada de la escolta para los representantes populares. Iturgaiz se preguntó si también le va a retirar la protección a Xabier Arzalluz, Juan María Atutxa, José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe, todos ellos destacados miembros del PNV.

El ministro del Interior condenó las amenazas y agresiones que siguen sufriendo muchos ciudadanos vascos pese a la tregua de ETA. Ayer'mismo, varias fachadas del centro de Rentería (Guipúzcoa), entre ellos el Ayuntamiento, aparecieron con pintadas amenazantes para representantes del PP. Las pintadas fue ron borradas por la tarde.

En la noche del viernes, un grupo de personas convocadas por Gestoras pro Aministía se manifestaron frente al domicilio del concejal popular de Rentería José María Tremiño. Ese mismo colectivo, integrado en el auto denominado Movimiento de Libe ración Nacional Vasco, amenazó ayer con llevar "la presión social hasta el último de los representantes" del PP en' protesta por la dispersión de los presos de ETA en cárceles de toda España.

Mayor Oreja señaló que ni confirma ni desmiente que pueda haber acercamiento de algunos presos a el País Vasco antes de Navidades. Todo depende de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, evalúe como positiva o negativa la actitud de la banda terrorista, según la información de que dispone, lo que hará en los próximos días.

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